Kane rescata al Tottenham en un partido caótico

Chelsea y Tottenham iniciaron el curso en dinámicas opuestas. Unos con la incertidumbre tras el cambio de propiedad todavía coleando, cerrando fichajes a pocos días de empezar la competición. Ganando en Goodison Park, más por demérito ajeno que por mérito propio. Con dudas. Los otros cerraron sus fichajes a principios de verano, y tras una buena pretemporada ganaron convincentemente al Southampton en la primera jornada. En la segunda, Chelsea y Tottenham intercambiaron sus papeles. Los de Thomas Tuchel mandaron desde el inicio. Imponiendo su juego, marcando el ritmo y resaltando las debilidades de los de Antonio Conte. Los Spurs no aparecieron durante el primer tiempo.

Marc Cucurella debutó en Stamford Bridge con una asistencia. Sacó un córner en el que encontró a otra cara nueva del Chelsea. Kalidou Koulibaly estaba solo de marca cuando recibió el centro del futbolista español, y abrió la lata con una volea con el exterior del pie. Demasiado lejos para Lloris. Como demasiado lejos estaban los locales con respecto a los visitantes.

Pese a la tesitura, Conte no realizó cambios hasta que Richarlison sustituyó a Ryan Sessegnon poco antes de la hora de juego. Cambió entonces la cara del partido. Más por casualidad que por causalidad. El Tottenham igualó la partida en un gol polémico. Rodrigo Betancur se lanzó al suelo para robar el esférico a Kai Havertz, algo que el banquillo local entendió como falta. Recuperaron los Spurs, siguió la acción y Pierre-Emile Hojbjerg terminó empatando. Se lío entonces en la banda. Los cuerpos técnicos de ambos equipos se enzarzaron en una disputa en la banda, que se saldó con amonestaciones para los dos entrenadores. Betancur tocó balón, y fue Jorginho quien lo perdió en su propia área segundos después de recuperarlo, propiciando la acción del gol.

Se encendió el partido y el Chelsea regresó al plan inicial. Volvió a presión arriba, a dificultar la salida de balón de su rival, y a intentar recuperar la posesión tan cerca de la portería contraria como fuese posible. Funcionó. En el minuto 77, Sterling habilitó a Reece James dentro del área. El inglés batió a Lloris, y Tuchel salió corriendo por la banda celebrando un tanto que parecía restablecer el orden natural del choque. Parecía definitivo, pero no lo fue. En un saque de esquina, en el último minuto del tiempo de descuento, Harry Kane volvió a empatar el partido. Caos en Stamford Bridge. Segundos después, tras el pitido final, Thomas Tuchel y Antonio Conte volvieron a encararse y llegaron a las manos, lo que provocó que volvieran a ser amonestados. Ambos fueron expulsados, ya con el duelo finalizado.