Chasco final del Chelsea

Habían marcado João Félix y Kai Havertz, no habían sufrido en exceso y las gradas de Stamford Bridge vibraban con la que podría haber sido la cuarta victoria consecutiva de los Blues en el mes de marzo, pero el siempre combativo Everton de Sean Dyche chafó la tarde del sábado para el Chelsea y sus aficionados. A un minuto para el final del partido, una jugada mal defendida por Kalidou Koulibaly permitió a los Toffees igualar el encuentro a través de Ellis Simms. El equipo de Liverpool lograba llevarse un punto del templo londinense ante un buen Chelsea pero al cual no le fue suficiente para seguir escalando puestos en la tabla. Días después de conocer que los pupilos de Graham Potter se medirán al Real Madrid en los cuartos de final de la Champions League, la eliminación de los blancos sigue siendo la vía más factible de los Blues para disputar la próxima edición de la máxima competición europea: son 10º, a 11 puntos de la 4ª plaza.

Buen juego sin gol

La primera del partido se la apuntó el Chelsea. Más concretamente, Mateo Kovacic. El disparo desde la frontal del croata, que cazó el despeje de un saque de esquina, se machó rozando el palo de la portería defendida por Jordan Pickford. El inicio de partido de los Blues fue muy bueno. Como el de sus últimos tres encuentros. Haciendo circular el balón con mucha fluidez, con Christian Pulisic y João Félix muy activos en el frente de ataque, y dificultando la salida de balón de los Toffees en las pocas ocasiones que estuvieron en dominio del balón. Fruto de una recuperción del propio futbolista portugués llegó la siguiente ocasión de peligro del cuadro local, pero el disparo de João Félix fue a parar directamente a las manos de Jordan Pickford. Buena culpa de la mejorada versión del Chelsea la tiene Enzo Fernández. El centrocampista argentino, al igual que le ha ocurrido desde que llegó a Londres, fue creciendo en el choque ante el Everton con el paso de los minutos hasta erigirse en una de las figuras más destacadas. Todo el fútbol de los Blues pasaba por sus botas.

Simms en el 89′

Otra vez, como en los primeros 45 minutos, el primer acercamiento peligroso sería para los de Graham Potter. Este, si cabe, más claro. El guardameta visitante despejó el cabezazo de Kai Havertz tras un centro preciso de Ben Chilwell. Los Blues se acercaban cada vez más y mejor a la portería de Jordan Pickford. Tanto, que a los 52 minutos de partido consiguió ponerse por delante en el marcador. João Félix se acomodó el balón a su pierna izquierda, disparó raso desde la frontal y, tras tocar en el palo, el balón acabó entrando. Segundo gol de la temporada con los Blues para el atacante portugués, el primero ante sus aficionados. Los pupilos de Graham Potter encontraban al fin su buscada y merecida recompensa.

Todo salía a pedir de boca para este renovado Chelsea, hasta que el balón parado volvió a dar vida a los de Sean Dyche. Y es que este Everton necesitaba muy poco para llevarse un importante botín de sus enfrentamientos. Cabezazo de James Tarkowski, peinada de Abdoulaye Doucouré y el balón, aunque Kai Havertz intentó despejarlo sobre la línea de gol, terminó entrando en la portería de Kepa Arrizabalaga. No obstante, el partido había entrado en sus instantes más convulsos y el 1-1 no era más que la forma de inaugurarlos. En el 74′, cinco minutos después de que la decepción inundara las gradas de Stamford Bridge, el árbitro daría una alegría a los aficionados Blues. Penalti de Seamus Coleman sobre Reece James y oportunidad para el Chelsea de volver a ponerse por delante. Esta vez, al contrario que en el partido de Champions League ante el Borussia Dortmund, Kai Havertz no necesitaría de dos intentos para anotar desde los 11 metros. Tercer partido consecutivo viendo portería del alemán, 2-1 del Chelsea y dedicatoria del ‘29′ para Jordan Pickford.

Pero como decíamos, lo de los últimos 15 minutos de partido no había hecho más que empezar. Cuando ya eran muchos seguidores locales los que se veían sumando otros tres puntos al casillero de la Premier League, el Everton volvió a verter un jarro de agua fría sobre las ilusiones y esperanzas del conjunto local. Ellis Simms pasó por encima de Kalidou Koulibaly en conducción y su disparo pasó por debajo de las manos de Kepa Arrizabalaga. El Everton establecía el 2-2 en el marcador en el minuto 89. Un tanto que, a la postre, fue definitivo. Lo intentaron los de Graham Potter durante los cinco minutos de descuento con varios saques de esquina, pero los Toffees se llevaban un punto para Liverpool.