Carvalhal olvida Vigo y se sale en Grecia

Llegado el pasado 5 de diciembre al Olympiacos, Carlos Carvalhal ha generado un impacto realmente importante. Su historial, hasta el momento, es de cinco victorias, dos empates, y dos derrotas. Algo inédito en el club del Pireo teniendo en cuenta que, hasta el momento, se encontraba totalmente fuera de todas las competiciones.

Y ahí llegó el técnico portugués, con una plantilla a la que ha imprimido carácter y confianza, y que, ahora, encanta a los aficionados. Ese estilo más ofensivo y atrevido del equipo, junto a los resultados, obviamente, han sido los factores que han hecho enloquecer en Grecia hasta el momento.

Además, puede presumir de haber conseguido tres porterías a cero en nueve partidos, algo que era un defecto desde principios de temporada, y que, de momento, ha conseguido subsanar Carvalhal teniendo en cuenta el atrevimiento y lo alto que juega su equipo a veces.

Otro de los logros del técnico fue conseguido nada más llegar. El partido en el que debutó el ex del Celta, lo ganó. Se trataba de un encuentro de Europa League que los helenos tenían que ganar sí o sí para clasificar a Conference. El resultado, victoria por cinco goles a dos.

Y tras una racha bastante positiva de victorias, ahora el Olympiacos compite casi por todo: Liga, y la propia Conference. Pero ahora llega el momento más importante de la temporada. A tan solo seis puntos del PAOK, que es el líder, y como 4º en la SuperLiga griega, se enfrentan a Panathinaikos esta misma semana. Momentos clave.

Tocará enfrentar la sucesión de días más importantes del año con una serie de jugadores que ha incorporado él en este mercado. Plantilla casi hecha a medida, con nombres de su confianza, como el español Fran Navarro (que ha conseguido 2 goles en un mes), Carmo, o Chiquinho.

Un handicap importante: la puerta cerrada

Además, otra de las sorpresas que se encontró Carvalhal a su llegada fue el hecho de jugar a puerta cerrada. Tras varios incidentes con los hinchas en la primera parte de la temporada, la Federación griega cerró las gradas del emblemático estadio de Olympiacos, al igual que las del resto de estadios de la SuperLiga y, hasta ahora, todo lo conseguido desde que llegó el técnico portugués, ha sido sin público. Algo indispensable para un club así.