Asencio entona el ‘mea culpa’

Ser futbolista y además canterano en el Real Madrid es menos sencillo de lo que parece. Las últimas 48 horas de Raúl Asencio pueden atestiguarlo. El central canario comenzó el Mundial con el pie izquierdo, con ese penalti evitable contra Al Hilal que costó el 1-1; y contra Pachuca con esa roja en el minuto 6. Directamente metió las dos piernas en un socavón. Pero quiere salir rápido de él. Empezando por no resguardarse timoratamente bajo la cúpula blindada del club y tener el valor de asumir públicamente el mea culpa. Lo hizo a través de sus redes. “No está siendo el inicio de competición deseado, pero no tengo dudas de darle la vuelta a la situación. Es hora de trabajar aún más si cabe para seguir creciendo. Gracias a todos por vuestros mensajes”, escribió el zaguero.

Hay una sensación interna dentro de la expedición madridista en Palm Beach de reforzar los mensajes positivos alrededor del canario. De gratitud por la manera en la que emergió Asencio inmediatamente tras la lesión de Militao para tapar muchas vías de agua del equipo. Un fontanero al que ahora le han estallado dos tuberías. “Pero ha dado y nos dará muchísimo”, se dice desde el club. El propio vestuario lo entiende también así. Si Courtois le dio el palito en el descanso contra Pachuca (“Ha sido dos veces el mismo error y él lo sabe...”), ayer acudió Valverde con la zanahoria. “Nos has salvado muchísimas veces, y sé que seguirás haciéndolo. Vamos.”, fue la respuesta del uruguayo al mensaje de Asencio. El Halcón sacando sus alas para hacer de capitanazo. Un calor que le vino también desde abajo, con mensajes de cariño y apoyo de sus compañeros castillistas, como Borja Alonso.

Un necesario reset

La jornada de ayer fue de reflexión para el central canterano. Un día de asueto concedido por Xabi al plantel (en especial a los titulares) para aligerar carga y que pudieran estar con la familia. Un cierto reset para Asencio en el Four Seasons de Palm Beach. Reconfiguración porque la frustración interna ha sido grande (el 35 aprovechó el parón internacional previo al Mundial para afinar piezas en su físico con idea de brillar en Estados Unidos) y además su situación deportiva ha cambiado. Su sanción mañana contra el Salzburgo por esa expulsión en Charlotte termina de configurar la dupla que Xabi Alonso espera que sea la titular: Rüdiger-Huijsen. El alemán no está al cien por cien de preparación y la transición definitiva podría haberse agendado para los esperados octavos de final. Eso cambia sin Asencio.

Un Asencio que tendrá que cambiar. Salvo que Xabi vire en algún momento hacia una defensa con tres centrales al estilo de la que se le vio en Leverkusen, al canario no le queda otra que habituarse a ser el número tres, pero desde la banca. También tendrá que cambiar su enfoque en la cancha. Más agresivo en su salto al primer equipo (para mostrar su valía) que en el Castilla, cuando vuelva a estar disponible para esos octavos de final que aún están por cerrar, se ha quedado sin margen de error. Personalidad sí, pero con más autocontrol en la toma de decisiones. El propio Asencio aludía a “seguir creciendo” y el Real Madrid confía en que ya ha aprendido la lección.

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