Alta tensión en París
Los pitos a Messi y la huelga de los ultras empañan un final de temporada de celebración por la consecución del 11º título de la Ligue 1.
Lo que debería ser una fiesta por la consecución de un título, el decimoprimero de su historia, logrando una cifra jamás alcanzada antes en el fútbol francés, se ha empañado en París por culpa de los problemas extradeportivos. Ganar la liga para el PSG no es suficiente, en un campeonato que domina a su antojo y en el que puede permitirse el lujo de jugar a medio gas porque prácticamente nadie le hace sombra.
Con su victoria el sábado ante el Ajaccio, los parisinos aseguraron prácticamente el título. Salvo hecatombe, dejándose puntos en los tres partidos que le restan, los pupilos de Galtier serán campeones, poniendo punto y final a una temporada que ha vuelto a ser para olvidar, también debido a los problemas extradeportivos que sacuden cada mes a la entidad presidida por Nasser Al Khelaïfi.
El Parque de los Príncipes, con una huelga indefinida de sus ultras, reunidos la semana pasada con la dirección deportiva del PSG y descontentos con la gestión de Qatar a todos los niveles, no titubeó a la hora de pitar a Messi. El argentino volvía a vestirse de corto después de que su club le levantara una sanción de suspensión de empleo y sueldo de dos semanas por un viaje no autorizado a Arabia Saudí. El perdón del PSG no fue suficiente para un grupo de aficionados que, situados en la Virage Auteuil, el fondo precisamente de los ultras, le dedicó una sonora pitada que, por momentos, fue respondida por aplausos por el resto del estadio.
La tensión ha vuelto a instalarse en París, una ciudad bonita por fuera, pero que por dentro es un cúmulo de angustia. El PSG podría proclamarse campeón la próxima temporada si gana al Auxerre y será sin sus ultras, que piden la dimisión de los dirigentes y esperan una revolución interna en verano, más si cabe después de los últimos descalabros que se han producido en la Champions League. El club es consciente de que un cambio, prometido ya desde la renovación de Mbappé, es necesario, por lo que los próximos meses se anticipan intensos a orillas del Río Sena.
Achraf, segunda roja seguida en París
A pesar de haber goleado de forma tajante al Ajaccio, endosándole un contundente 5-0, el partido se le complicó al PSG en el tramo final. Después de una dura entrada a Messi, Achraf Hakimi fue a defender a su compañero y acabó expulsado directamente tras haberle dado un manotazo a Mangani, que también vio la roja. En el túnel de vestuarios, las cámaras de Canal Plus cazaron al marroquí criticando el arbitraje y aduciendo que “esto es Francia”. Es la segunda expulsión seguida en París que recibe el lateral derecho, después de la sufrida ante el Lorient hace dos semanas.