Imanol suma a la causa más jugadores

Con la clasificación para octavos de final ya conseguida, Imanol Alguacil se permitió el lujo de rotar a su Real Sociedad contra el Salzburgo y dar la oportunidad a algunos de sus jugadores menos habituales en un partido de Champions League. El técnico oriotarra quería ver en acción a algunos de los meritorios que pelean por disputar el puesto a los indiscutibles, para comprobar en un encuentro de alta exigencia hasta qué punto podían responder y ver de esa manera cómo es de profundo su vestuario. A pesar del empate sin goles contra el equipo austríaco, la mejor noticia es que, con sus matices, todos le respondieron, por lo que sumó a más jugadores para la causa, algo que puede resultado fundamental teniendo en cuenta lo cargado que tiene el calendario. Y a ese dato hay que añadir que jugó con siete canteranos de Zubieta, que para un club de cantera como el realista es tremendo. Porque lo hizo en un partido de Champions.

Contra el Salzsburgo introdujo seis cambios en el once inicial, es decir modificó más de medio equipo. Y el nivel de la Real no se resintió, más allá de que le faltó la brillantez que tuvo en los partidos anteriores de la Champions. Pero la realidad es que mereció la victoria, no solo por el dominio del juego, sino por las ocasiones generadas, especialmente en el asedio a la portería austríaca en la recta final del partido. Las seis novedades fueron Aritz Elustondo, Odriozola, Turrientes, Mohamed Ali Cho, Arsen Zakharyan y Mikel Oyarzabal. El último es el capitán y venía de ser suplente contra el Sevilla por precaución de la lesión que había sufrido con la Selección Española. Y Aritz Elustondo ya venís alternando titularidades con suplencias, así que sorprendió bastante menos que el resto.

La sorpresa vino por ver en el equipo titular á Zakharyan, Cho, Odriozola y Turrientes. Son cuatro suplentes habituales que necesitaban reivindicarse ante los ojos de su entrenador. Y en mayor y menor medida, con sus matices, se puede decir que cumplieron con su cometido y no estuvieron mal en líneas generales. Quizá el más destacado fue Turrientes, que está aprovechando con creces cada oportunidad que tiene y se está reivindicando tras una primera temporada en Primera complicada para él. El besaindarra puede decir que es ya algo así como el sexto hombre en el baloncesto, el primer cambio que siempre tiene en mente Imanol. Se lo ha ganado a pulso. Y luego está Odriozola, que por fin fue titular en Champions y que estuvo correcto, cumpliendo su papel e intentando no complicarse en exceso la vida. Aunque todavía le falta bastante para recuperar el nivel del jugador que se fue al Real Madrid y debutó con la Selección Española.

Y luego están Mohamed Ali Cho y Arsen Zakharyan. El extremo francés estuvo muy activo y trató de participar mucho, pero no tuvo fortuna y le salió poco de lo que intentó. Pero demostró que quiere hacerse un hueco y que tiene capacidad para desbordar, aunque se diera de bruces una y otra vez con la defensa austriaca. Y el centrocampista ruso por fin dio el paso adelante que se le pedía. Jugó su mejor partido desde que fichara por la Real Sociedad este pasado verano, y mostró detalles muy esperanzadores de lo gran jugador que puede llegar a ser si continúa con esta proyección. Aportó en banda izquierda en la primera parte, pero sobre todo tras el descanso cuando centró su posición y fue de lo más destacado del partido. Fue un gusto verle jugar con esa personalidad y esa calidad. Y estuvo muy cerca del gol. Son los nuevos soldados que se unen al ejército de Imanol, que ya ha comprobado que puede contar con ellos.

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