Idiakez se enroca y orilla a Karrikaburu al banquillo constante
El entrenador ya no esconde su falta de confianza en el delantero que él mismo peleó por fichar en enero. Ante el Málaga, ni la baja de Juan Muñoz le dio alas. El caso, parece, le estorba.
Imanol Idiakez, entrenador del Leganés, ha orillado a Jon Karrikaburu al rol de suplente de manera perpetua. Casi inamovible. Lo dicen los datos. También la manera como el técnico guipuzcoano, que participó activamente en la compleja contratación del delantero de la Real Sociedad, responde a las dudas que le cuestionan por la ausencia reiterada de un jugador llamado a tener más peso. Suelen ser cortas. Directas. Sin dar mucha profundidad a los motivos por los que este ariete ha pasado de ser el fichaje más ilusionante del mercado invernal convertirse en el tercer-cuarto delantero del equipo.
“No [tenía problemas físicos]… es que teníamos buenos jugadores ahí. Han salido Arnaiz y Narváez. No hay problemas físicos”, dijo lacónico en La Rosaleda cuando fue preguntado por el tema. Es como si el caso Karrikaburu le molestase. Como si en parte su decisión de no utilizarle fuera una posición enrocada ante la prensa y aficionados que reclaman al navarro. Cuanto más ruido se genera alrededor del chaval, más se afianza Idiakez en su decisión de no utilizarlo.
Ni con la baja de Juan Muñoz
Testarudez a la que se podría achacar su decisión de no usarlo en Málaga. Juan Muñoz se lesionó la semana pasada. Problema de rodilla sin parte médico oficial que, tal y como el mismo Idiakez informó, lo tendrá fuera del verde unas cuantas semanas. La ausencia del sevillano, máximo goleador del equipo con Arnaiz (siete dianas cada uno) parecía ser una oportunidad para ver en liza a Karrikaburu, llamado a ser recambio natural del ‘11′ pepinero. No fue así.
Idiakez apostó por Juanjo Narváez. El colombiano fue fichado también en enero más para ejercer como extremo, aunque puede jugar también como ‘9′. “Es lo más parecido que tenemos en ese perfil a Arnaiz”, llegó a analizar el propio Idiakez en la previa de la visita del Ibiza, cuando el talaverano se cayó por sanción y en lugar de usar la dupla Juan Muñoz – Karrikaburu, el entrenador mantuvo al primero en el banquillo y dio entrada al atacante cedido por el Valladolid para, así, mantener el modelo de delantero: uno hábil con capacidad para caer a los costados y otro de referencia. Aquella fue la última vez que se vio a Karrika de inicio.
Escenario poco propicio
El chaval sólo ha jugado dos partidos de titular. Aquel y el previo ante el Mirandés. En Anduva su entrenador sí que vio en él recambio ideal para Juan Muñoz. Tras aquello, Idiakez lo ha apeado de las alineaciones repitiendo, además, un mantra en las sustituciones en las que entra el chico: no sale antes del minuto 60, cuando apenas resta media hora de partido.
Ante el Málaga jugó desde el 62′. Apenas tuvo 28 minutos más el añadido. Y casi siempre que le toca jugar, no es con resultado a favor, sino con escenarios complejos. Si a ello se le añade la tendencia colectiva que está hundiendo al Leganés el resultado es, por ahora, una cesión con pinta de tintes fallidos que podría tener consecuencias de futuro para el Leganés (está por ver si la Real se mostrará tan receptiva en futuros movimientos) y también para el desarrollo del futbolista.