FÚTBOL FEMENINO

Valentina Berr se retira a causa de la transfobia sufrida

La futbolista del CE Europa ha emitido un comunicado en el Día del Orgullo LGBTI para comunicar su decisión, fruto de “la violencia estructural contra las mujeres trans”.

La transfobia sufrida durante años ha provocado que Valentina Berr, jugadora del CE Europa, anuncie su retirada en el Día del Orgullo LGBTI: “No cuelgo las botas, me las cuelgan”. A través de un comunicado en el que explica con detalle los motivos por los que, por salud mental, se retira del fútbol tras cuatro años “sufriendo en silencio el odio y la violencia estructural contra las mujeres trans”.

Su club, que se posiciona abiertamente contra el racismo, el fascismo, el machismo, la homofobia y el bullying, también ha publicado un escrito denunciando la situación de la futbolista, que la ha llevado al extremo de tener que despedirse del mundo del balón: “No podemos hacer más que lamentar y condenar la situación vivida por la jugadora y rechazar de lleno y categóricamente cualquier LGTBIfobia, transfobia o cualquier tipo de discriminación en el deporte y la sociedad”.

“Ya no podía aguantar más los ataques de pánico y de ansiedad que estaba sufriendo cada vez de forma más frcuente antes y después de entrenos y partidos. Llevo 4 años sufriendo en silencio el odio y la violencia estructural contra las mujeres trans por parte de instituciones, medios de comunicación y también de mucha (muchísima) gente que se dedica a acosar a personas que se salen de la norma”, empieza el desgarrador escrito de la hasta ahora futbolista del CE Europa, equipo recién ascendido a la nueva 2ª RFEF femenino.

Además, Valentina Berr ha hablado de los límites de hormonas que exigen a las mujeres trans para poder jugar —normas muy presentes en todos los deportes a nivel internacional—: “Psicológicamente no he podido soportar la presión de ser permanentemente sospechosa, y de estar obligada a cumplir un límite de testosterona (que muchas compañeras que no son trans pueden sobrepasar de largo)”.

En su comunicado también denuncia “cientos de mensajes” insultándola y humillándola en redes, que en la prensa se insinuara que era “un señor que se hacía pasar por mujer” y otra serie de indecencias que hoy han provocado que cuelgue las botas. No obstante, también ha tenido tiempo de agradecer el trato “de jugadoras, cuerpos técnicos, árbitras, aficiones y clubes” y de abrir un hilo de esperanza de cara a que en un futuro retiradas como la suya no vuelvan a producirse a causa de la transfobia: “Somos lesbianas, heteros, bisexuales, chicas muy masculinas, chicas muy femeninas, también chicas trans, personas no binarias, ¡incluso chicos trans! porque, desde dentro, el fútbol femenino -lejos de ser exclusivo- es rico y procura abrazar a toda aquella persona que desea formar parte. La realidad es diversa y el fútbol femenino es realidad”.

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