Este Madrid no tiene defensa
En 13 partidos de Liga, los blancos han encajado 13 goles, a uno por partido. Solo ha dejado la portería a cero en dos ocasiones: Elche y Getafe.
Carvajal, Militao, Alaba y Mendy. Con estos cuatro zagueros, habituales prácticamente toda la pasada temporada, con inclusiones de Nacho y Lucas Vázquez en momentos puntuales, se presentó Carlo Ancelotti en el Estadio de Vallecas. Cuatro internacionales con sus respectivas selecciones nacionales (Alaba incluso es uno de los capitanes de la selección austriaca) que naufragaron, salvo el central brasileño, estrepitosamente en el estadio vallecano. Con los tres goles encajados ayer en Liga, el Madrid acumula 13 goles encajados en otras tantas jornadas de Liga: es decir, un promedio de un gol por partido de Liga jugado… De seguir así, acabaría la campaña con 38 tantos, una cifra terrible para un equipo que quiere revalidar su título de Liga (algo que no hacen desde las temporadas 2006-07, con Capello, y 2007-08, con Schuster). Prácticamente el doble de los goles que encajó Courtois en la temporada 2019-20, cuando el meta belga encajó apenas 20 en 34 partidos de Liga, siendo Premio Zamora. El espigado portero ha jugado nueve encuentros ligueros con 11 goles encajados… Y aún no se ha llegado a la segunda vuelta… El dato se complementa con una cifra demoledora: los blancos sólo han dejado su portería a cero en dos ocasiones: Getafe y Elche, ambos con Lunin de portero. En total, de 20 partidos entre Liga, Champions y Supercopa de Europa, sólo ha dejado la meta a cero en cinco encuentros (el 25% del total)... Es su peor registro de porterías a cero a estas alturas de competición liguera desde la temporada 13-14, curiosamente, también bajo las órdenes de Ancelotti.
Mal día de Carvajal
Carvajal fue el triste protagonista de cuatro acciones clave del encuentro. La primera significó el primer gol del Rayo. Álvaro le superó y supo sacar un centro que Comesaña supo convertir en el primer gol del encuentro. La segunda fue el segundo gol del Rayo: no llegó a tapar el chut de Álvaro, aunque en su salvaguarda hay que señalar que el origen de esa jugada fue un error de Mendy. La tercera fue el penalti que cometió por manos en el minuto 65 y que detendría primero Courtois. Tras la intervención del meta, su irrupción en el momento del lanzamiento motivó que el penalti se tuviera que repetir, cosa que sí aprovechó Trejo para adelantar de manera definitiva al Rayo. Carvajal se vio superado por Álvaro García a lo largo de todo el encuentro.
Alaba no parece el mismo jugador que sorprendió en la temporada pasada, la campaña de du debut como jugador madridista. Al defensor austriaco se le nota con cierta pasividad en algunos momentos de los partidos. Ante el Rayo, reculó hasta cerca de la portería, arrastrando a Militao y originando una zona de remate que fue aprovechada por Comesaña. Desde que cayó lesionado en El Sadar, a finales de la pasada campaña, Alaba parece no estar fino. Cierto es que fue el autor del primer gol en la Supercopa de Europa y el del triunfo ante el Almería, aparte de tres asistencias (Celta, Betis y Osasuna), pero en defensa, donde ha jugado como central y como lateral, sus prestaciones han ido a menos.
Pero el caso más sorprendente es el de Ferland Mendy. El lateral francés está completamente desconocido en este comienzo de temporada hasta tal punto que tres jugadores han ocupado su demarcación: Rüdiger, Nacho y el propio Alaba. Ante el Celtic de Glasgow le señalaron un penalti (tocó balón primero), y ante el Rayo se vio superado por los atacantes rayistas. Tuvo un error grosero que significó el segundo tanto de los locales: no supo controlar el balón, regalando un saque de banda, para posteriormente embarullarse una jugada que acabó con el balón franco para que Álvaro fusilase a Courtois. Curiosamente, se ha medido a Miguel Gutiérrez (Girona) y Fran García (Rayo), dos jugadores y canteranos del Madrid, que ocupan su misma demarcación… y los dos canteranos han sacado muy buenas notas en sus enfrentamientos contra el equipo blanco.
El único que se salva es Éder Militao. El mismo día en que Tite le convocaba para el Mundial de Qatar, el central brasileño anotaba el segundo gol madridista. Un tanto que servía para adelantar a los blancos en el marcador. Curiosamente es el autor de los dos únicos goles que han marcado los blancos de cabeza en lo que se lleva de campeonato liguero (suma cuatro en Liga y dos en Copa desde que llegó al Madrid) y su nivel es bastante alto y aceptable. Estuvo atento desbaratando ocasiones de los locales, pero tuvo problemas a la hora de sacar el balón desde atrás. Aún así buscó a Vinicius y a Rodrygo con sus pases largos. Uno de ellos fue rematado por el primero, pero el tiro salió desviado. Se le ve cada vez con más aplomo, y se crece cuando tiene un rival potente, pero no puede achicar todo él solo.
Ancelotti tiene tarea. Volver a construir una zaga sólida para el segundo tramo de la temporada. Liga, Copa, Supercopa de España, Champions (ante el Liverpool, nada más y nada menos) y Mundial de Clubes aguardan desde el próximo mes de enero…