“Es una situación tercermundista”

El Rayo Vallecano cumplirá su 20ª temporada en Primera División. Asentado en la élite del fútbol español y mientras en lo deportivo el equipo crece, en lo social se viven situaciones del pasado, como las que sufren los aficionados rayistas a la hora de recoger su abono, cambiar de localidad o hacerse un nuevo abonado. Todo comenzó el viernes cuando en el Estadio de Vallecas había tres colas: la de cambiar de localidad y nuevos abonados, otra para la recogida de abonos de 1-6.000 y otra para los abonados del 6.000 hacia adelante. El caos se apoderó de los aficionados que no sabían a qué cola acudir, el club no dio ninguna información y esa sería la premonición de lo que estaría a punto de suceder.

El sábado por la mañana, tras la victoria frente al Espanyol, los aficionados franjirrojos acudieron a recoger su nuevo abono, con una cola que rodeaba el propio estadio: “El club no organizó nada, solo se dedicó a abrir las taquillas y ya está”, afirman los hinchas del Rayo. La falta de personal, apenas tres personas en la taquilla, más el de seguridad, provocó que el ritmo de creación de abonos fuera muy lento: “No sé cuántos abonos pueden sacar en un día, 400-500, pero muy pocos”, comentan. A las siete de la tarde aparecieron los antidisturbios: “Llegaron seis furgones, ellos se encargaron de colocar estas vallas, ni siquiera salió nadie del Estadio”.

Sin ninguna información por parte del club, a los aficionados solo les quedaban dos opciones, irse y perder su turno o hacer noche. “Hemos estado aquí durmiendo, nos hemos ido coordinando para poder descansar un poquito”, afirman. Precisamente, esa unión y ayuda de los aficionados es el motivo para seguir haciendo esa cola: “La gente es súper agradable, nos vamos ayudando entre nosotros: oye vete a comer si quieres yo te guardo el sitio no te preocupes. Eso es lo que nos hace aguantar más”, declara un aficionado. “Hoy en día se pueden sacar online, todos los clubes lo tienen menos este”, es la denuncia más repetida.

Tras llegar el día anterior a las nueve de la mañana, sobre las seis esperaban tener por fin su abono. “Son casi 48 horas para sacar un triste abono”, comentan cansados, pero con la esperanza de conseguirlo. Los afortunados recibían al salir un aplauso de los que estaban esperando para entrar, como si de una pequeña victoria se tratara. Incluso algunos se arrodillaban en el suelo en señal de victoria. “Con muchísima alegría. Ya por fin a descansar y a animar al Rayo al próximo partido”, declaran los que ya tienen su abono. “Presa no tiene bien las redes sociales, no paga a las jugadoras del femenino, para renovar los abonos dos días haciendo cola desde por las mañanas, todos los años es igual”, aseguran con resignación.

Después de tantas horas de cola, la gente de las taquillas ha repartido, por iniciativa propia, 300 tickets para que las personas no estén esperando en vano en la fila. Han pedido autorizaciones y DNI, con la idea de agilizar el proceso de creación de abono. Los aficionados, poco a poco, van consiguiendo su objetivo, aunque sin olvidar lo que han vivido durante casi dos días. “Es una situación tercermundista”, declaran. Jugadores como Trejo, Mario Suárez, Mario Hernández, Fran García, Catena, Bebé, Unai López, Comesaña, Falcao, Óscar Valentín o Balliu han mandado mensajes de agradecimiento a una afición que ha sido capaz incluso de dormir en la calle solo por abonarse a su equipo.