En-Nesyri y Quique firman la paz

Nada reconcilia más que una victoria. La de Getafe, vital para la (momentánea) tranquilidad del Sevilla, ha coneguido además traer la imagen de una paz que parecía dura de pelar dada la fuerte personalidad de los contendientes: Youssef En-Nesyri y Quique Sánchez Flores. Un abrazo, este martes, y varias imágenes de cariño más en los entrenamientos de la semana escenifican que todo vuelve a sus cauces entre el entrenador y su mejor goleador.

Y eso que antes del parón de selecciones se temía por un divorcio inevitable que pagaría este Sevilla tan necesitado. Durante el partido contra el Celta, con los nervionenses sufriendo sobre el césped, Quique decidía sentar a Youssef cuando parecía que el sustituido debía ser Isaac Romero. El marroquí, que había marcado el 1-0, salió del campo profundamente enfadado, a lo que el técnico respondió dándose la vuelta. Entre los gritos de ambos se vivió un momento de tensión y Lucas Ocampos tuvo que separarles. La imagen se hizo viral en la televisión y en las redes.

Quizá los días sin fútbol competitivo de clubes, alternados con varias sesiones de descanso, hayan ayudado a enfriar el ambiente y serenar conciencias. Empezando por el presidente del Sevilla, José María del Nido Carrasco, que le quitó hierro al asunto: “Lo que pasó entre Quique y Youssef son cosas naturales que ocurren, es un pique que siempre queda en el vestuario, como debe ser”.

Quique tampoco hizo sangre en la previa del duelo del Coliseum, aunque sí dio algún toquecito: “La relación ahora es como era antes del conflicto. Creo que el diálogo es el mejor traductor en los tiempos de conflicto. En cuanto ha venido nos hemos dado un abrazo, nos respetamos desde el minuto uno y desde el día uno y entendemos que hemos aprendido de esta situación. Mi aprendizaje es que el coraje también es para quedarse quieto”, ese abrazo íntimo ya es público.

Pero de las palabras a las escenificaciones va un trecho y de las escenificaciones a la realidad, otro. La mejor prueba de la reconciliación llegó propiamente en el partido contra el Getafe, cuando Quique volvió a dar la camiseta de titular a En-Nesyri. Porque el marroquí la sigue reclamando. Lleva 14 goles oficiales, cinco de ellos en menos de dos meses, desde que volviera como un tiro de disputar la Copa de África.

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