El Racing tiene una deuda con El Sardinero

Todo aquel rival que pasa por El Sardinero destaca el soporte que recibe el Racing desde la grada. Y es verdad. Raramente por debajo de los 10.000 espectadores, con poco dominio del juego y pésimos resultados, los jugadores no han recibido más que ánimos por parte de sus aficionados, incluso después de perder. La gran pregunta es cómo el equipo que es el sexto mejor del campeonato como visitante, donde suma el doble de puntos que en casa, y en su estadio tiene el respaldo que solo está al alcance de los grandes de Segunda, es el peor de los 22 como local. Con clara diferencia, además.

Tiene mérito desde luego que con tan pobre balance en El Sardinero el Racing haya acabado la primera vuelta ligeramente fuera de los puestos de descenso. Hará, no obstante, bien José Alberto en mejorar la estadística de su escuadra en Santander: Ningún equipo se ha salvado del descenso en las cinco últimas temporadas sumando menos de 24 puntos como local en la temporada, lo que le obligaría a más que doblar en la segunda vuelta sus magros resultados caseros en la primera. El año pasado, el equipo que se salvó con menos puntos como local fue el Sporting (27), en la 20-21 fue el Fuenlabrada (24), en la 19-20 el Albacete y el Alcorcón (24), en la 18-19 el Extremadura (25) y en la 17-18 se salvó el Nástic (24).

La pobre cosecha de resultados en los diez partidos jugados en El Sardinero (en la segunda vuelta se jugarán once) viene determinada por los ridículos cuatro goles marcados, ya que el Racing tampoco ha encajado demasiado en su estadio, nueve, menos que otros siete equipos de la categoría. Probablemente, la apuesta futbolística del anterior entrenador, bloque medio-bajo, sin dominio territorial ni de posesión de balón y apostando básicamente por el contragolpe, queda reflejada en los números. Fuera, con equipos que se abren en sus estadios, el orden, la disciplina y la paciencia han tenido premio, mientras que en El Sardinero, con rivales menos expuestos, el Racing ha recibido dos tazas de su propia medicina. En su descargo, Romo podría presentar los números de la temporada pasada, cuando su equipo fue el mejor local, con 14 victorias, 5 empates y ninguna derrota. Claro que era Primera RFEF y ahí el Racing se supone que debe ser el tiburón de la pecera.

Villarreal B, Oviedo, Burgos, Lugo y Mirandés han sido los cinco equipos que se han llevado la victoria de El Sardinero (especialmente dolorosas las derrotas contra los dos últimas, rivales directos por la permanencia y cosechadas en una semana). Las Palmas, Málaga Ponferradina y Alavés se llevaron un punto, mientras que la única victoria local, absolutamente merecida por otra parte, la lograron los por entonces pupilos de Guillermo Fernández Romo ante el Zaragoza el día del Pilar, precisamente. Cuando el Racing vuelva a jugar en casa, el 14 de enero contra el Sporting, llevará tres meses sin ofrecer un triunfo en directo a su afición.

Para empezar a preparar la segunda vuelta, José Alberto López, el nuevo entrenador, ha citado a sus futbolistas mañana jueves a las 10:30 en El Sardinero, dando así por terminadas las vacaciones navideñas que dieron comienzo el pasado 22 de diciembre, nada más terminar el partido de Copa del Rey en Linares. A lo largo de las primeras sesiones de 2023 se espera que Juergen y Cedric, de baja durante los últimos meses, se vayan incorporando gradualmente al trabajo con el grupo.