El Racing se toma con calma el mercado de invierno

Sin prisa, pero sin pausa. El Racing tiene margen salarial de sobra para hacer los tres o cuatro fichajes que planea, si los encuentra en el mercado (”vamos a fichar lo que necesitemos, no ficharemos simplemente porque tengamos margen para hacerlo” dijo Mikel Martija) pero lo que no quiere es precipitarse. Lo primero porque en el club tienen la sensación, reforzada por lo que vieron en Cartagena, de que la actual plantilla es mucho más competitiva, y sobre todo más versátil, que lo que había parecido de la mano de Guillermo Fernández Romo, y lo segundo porque el consejo de administración quiere dar tiempo a que José Alberto tenga muy claro qué es lo que necesita y que diseñe la remodelación del equipo mano a mano con Mikel Martija. No quieren que se repitan casos de contrataciones como las de Alfon, Aldasoro o Saúl, fichajes a los que desde el principio el entrenador puso al final de la cola. Quieren fichar titulares.

Aunque es cierto que Martija se ha posicionado ya en operaciones que no pudo cerrar en verano, como la cesión del realista Jon Karrikaburu, al que quiere seducir con la promesa de minutos, aunque la competencia es durísima con equipos como el Granada, Burgos y Zaragoza también llamando a las puertas de Anoeta. Tanto la Real como el jugador ya tienen decidido que el joven (20 años) delantero navarro de Elizondo salga cedido en enero, pero el nivel deportivo de los de Los Cármenes les hace aparecer como claros favoritos para cazar la pieza. El Racing ofrece hacer un esfuerzo económico, superior a los de Burgos o Zaragoza, y presenta los números de sus delanteros, dos goles entre todos, para convencer a Karrikaburu y a sus agentes, Bahía, los mismos con los que se cerró la contratación de Jorge Pombo, de que los minutos en El Sardinero los tiene muy al alcance de sus botas.

El que el primer movimiento racinguista que ha trascendido sea el en la delantera no quiere decir que sea la máxima prioridad reforzar el ataque. Quieren un punta con gol y con movilidad, que le dé a José Alberto la presión que pide al nueve, pero la principal preocupación ahora mismo está en el centro del campo. El Racing busca un centrocampista defensivo posicional que sea la referencia por delante de los centrales. Tanto Martija como José Alberto entienden que ninguno de los cuatro pivotes, Tienza, Íñigo, Aldasoro y Juergen (al que todavía le queda casi un mes para estar al 100%) da ese perfil. Los tres primeros son de ida y vuelta, muy generosos en el esfuerzo, pero no guardan el sitio, a lo Busquets o Casemiro, por entenderse, salvando las siderales diferencias. El colombiano es un centrocampista de diferente corte, pero más ofensivo que defensivo.

En el partido copero disputado en Linares, ya se vio al técnico ovetense probando jugar con un dibujo diferente, sin doble pivote, un 4-3-3 o 4-1-4-1 (que la diferencia es muy sutil), y si ese ensayo va en serio, la figura del eje defensivo es la clave de bóveda. Aparte de eso, en las oficinas de El Sardinero también rastrean un volante de largo recorrido, de área a área, un futbolista que llegue constantemente a cargar los centros que generen por banda las combinaciones entre extremos y laterales que son seña de identidad del fútbol de José Alberto. Un delantero, un pivote defensivo, lo que ahora se denomina un medio ‘box to box’..., y, sin obsesionarse, uno más que ofrezca el mercado y que a Martija y al míster les parezca que mejora lo que hay en la plantilla.

Con 24 de las 25 fichas ocupadas, está muy claro que el Racing va a tener también que negociar salidas. Pablo Bobadilla, ahora lesionado y que no ha jugado ni un minuto, lo tiene muy difícil para continuar en el club, más ahora que José Alberto ve a Mantilla y Satrústegui más como centrales que como laterales. El segunda caso más evidente es el de Alfon, cedido por el Celta y que no ha logrado cuajar en el Racing. Habrá que negociar a tres bandas, por supuesto, para llegar a un acuerdo. A partir de ahí, si llega un punta es evidente que debe salir un delantero y que si se ficha un centrocampista, y no digamos si se trae a dos, deberá salir un medio. Íñigo, Aldasoro y Juergen no entran en esas combinaciones, se quedan seguro.