REAL SOCIEDAD

El día en que Oyarzabal volvió a ver puerta tras la larga lesión

“Una noche en la que todo ha ido bien”, sonreía el capitán de la Real, que ante el Athletic marcó diez meses después

Juan Manuel Serrano ArceGetty

Fue un día de radiante felicidad en Anoeta. Todo salió a pedir de boca. La Real se ha disparado tras el regreso del parón mundialista. El único foco de preocupación eran las lesiones y poco a poco se va recuperando la gente. Eso sí, ayer en el derbi ante el Athletic cayó Sorloth, aunque no parece grave. Imanol llegó a las 99 victorias al frente de la nave txuri-urdin. Ha igualado el promedio de un mito: 48,5 por ciento firmó Ormaechea en sus 324 partidos (157 victorias, 87 empates y 80 derrotas). El preparador oriotarra tiene ese mismo en sus 204 partidos: (99-51- 54.

Kubo fue la estrella del encuentro contra los vecinos. Y Oyarzabal, otro de los que acapararon los aplausos. Tras el regresó, tuvo una presencia testimonial ante Osasuna, fue haciendo camino ante la UD Logroñés en Copa y se le vio sin ritmo, algo normal, ante el Almería. Ayer tenía una prueba de fuego cuando suplió a Sorloth, ya que el partido iba a odo tren. Marcó el penalti y no desentonó. Suma 64 goles en Primera con la Real y superó a Zamora y está solo por detrás de Satrústegui (133), López Ufarte (101), Kovacevic (92), Kodro (73), Bakero (67) y Vela (66). El capitán ha anotado 6 goles (cuatro de penalti) en sus 14 partidos ante el Athletic, es el verdugo de los rojiblancos.

Oyarzabal vio puerta después de la lesión y no le salía la sonrisa de su rostro. No marcaba desde el 5 de marzo de 2022, también de penalti, en el Bernabéu. Más de diez meses de trabajo callado en la sombra, en los que ha visto cómo se perdía un Mundial que le hacía enorme ilusión. “Ha sido un día muy bonito, una noche en la que todo ha ido bien, sobre todo por la victoria, por el gol y por el trabajo de todo el equipo para lograr un triunfo que merecíamos y por eso estamos muy contentos”, comentó el jugador eibarrés. “La primera parte ha sido muy buena por nuestra parte. Íbamos 2-0 y ellos acortaron sin hacer mucho pero luego ha llegado el penalti, que no he visto exactamente cómo ha sido, lo hemos marcado y eso ha condicionado todo por el gol y la expulsión”, reconoció el delantero txuri-urdin.

Oyarzabal explicó su estrategia para lanzar la pena máxima, diferente a la forma de tirarlos antes de su lesión aunque manteniendo la impresionante efectividad mostrada hasta antes de pasar por quirófano. “Del fallo ante el Sevilla pasó mucho tiempo y estaba olvidado. En tanto tiempo ves otros partidos y la semana pasada con Brais y Remiro entrenando decidí que iba a tirarlo de distinta manera para intentar pillar descolocado a Unai Simón, porque hay cosas que hay que cambiar y salió bien”, comentó.

Sobre su nueva posición como único punta no inquieta al futbolista internacional, ya que “desde la lesión el equipo juega en rombo y las posiciones de los extremos que estábamos antes obliga a adaptarnos a nuevas situaciones, pero yo siempre estoy abierto a todo lo que me pida mi entrenador donde me toque”, concluyó Oyarzabal.

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