De la Champions al abismo

Hay heridas que nunca paran de sangrar. Hace 10 años, el 9 de abril de 2013, el Málaga fue eliminado de la forma más cruel por el Borussia Dortmund, cuartos de final de la Champions, en un partido que ganaba 1-2 a los 90′. Como el partido de ida jugado en La Rosaleda el marcador fue 0-0, los blanquiazules tenían todo al alcance de su mano para llegar a las semifinales.

Entonces se produjo el desastre. El cuadro alemán obtuvo los dos goles que necesitaba para remontar la eliminatoria en unos minutos de prolongación de difícil justificación y con protagonismo de un funesto árbitro escocés, Craig Thomson para provocar el llanto de jugadores, técnicos, directivos y los 2.300 aficionados malaguistas desplazados.

Con el paso de los años la indignación por lo que pasó en el Signal Idurna Stadium no ha aflojado. Al contrario. Quien más quien menos se sigue preguntando qué demonios pasó por la cabeza de este pintoresco colegiado para permitir unos minutos finales demenciales donde los germanos se lanzaron a la caza del hombre amparados por su complacencia. La madre de todos los desatinos fue conceder ese 3-2 del brasileño Santana con cuatro jugadores ¡cuatro! en fuera de juego casi en la última jugada del partido. Un gol rotundamente ilegal que impidió a los blanquiazules medirse en las semifinales con el Real Madrid.

Aun admitiendo que el gol de Eliseu que puso el 1-2 a los 82′ fue el ‘off side’ no es menos cierto que al británico se le vio el plumero. O eso, o no estaba capacitado para pitar un partido así. El Borussia, entre otras cosas, se había lanzado a la caza del hombre. Ya en el primer tiempo el desesperante británico perdonaba a Bender la expulsión por dar una patada a Baptista. A los 61′ esquivó la segunda amarilla a Schmelzer por una clara falta sobre Gámez. Tampoco consideró otra falta salvaje de Subotic a Isco merecedora de roja.

El funesto Thomsom

Thomson fue declarado extraoficialmente ‘persona no grata’ en La Costa del Sol. Tras estar cerca de un año en la ‘euronevera’ pitó un partido de Champions al Real Madrid contra el Ludogorets de Bulgaria. Y estuvo en su línea: de pena.

Desgraciadamente lo peor estaba por venir para el Málaga. Una lenta e imparable decadencia donde cada temporada era un poco peor que la anterior. Hasta llegar a la debacle actual con el equipo al borde de la Primera RFEF. ¿Qué hubiera pasado si el Málaga hubiera superado aquella eliminatoria? Muchos piensan que las cosas serían mejores. O no. Tratándose de Al Thani…

Proyecto EuroMálaga

Movistar + ha emitido un programa, ‘Proyecto EuroMálaga’ donde se rememoran los avatares del equipo desde que fue comprado en el verano de 2010 por el jeque Abdullah Al Thani hasta el desplome actual. De ser ‘el Chelsea de la Costa del Sol’ a la triste realidad de tener un pie y medio en Primera RFEF, tercera categoría del fútbol español, salvo sorpresa.

Aquel 9 de abril de 2013 marcó el final de aquel proyecto que arrancó con glamour y terminó en desastre. El Málaga fue expulsado de la Eurocup y sancionado con 300.000 euros por sus problemas con Hacienda y Seguridad Social. Manuel Pellegrini se marcha tras liderar con la plantilla la autogestión de una entidad con un presidente, Al Thani, ausente y solo enfocado en decir tonterías en su cuenta de Twitter.

Cada temporada era de supervivencia. Schuster y Javi Gracia aguantaron el tipo; Juande Ramos se marchó en 2016-17 pese a tener un contrato de tres años, porque se olía la tostada de una entidad en proceso de descomposición. Vergonzoso descenso a Segunda, frustrado regreso a Primera, sanción de LaLiga, gestión desastrosa y tuitera de Al Thani, vídeo íntimo de Víctor Sánchez del Amo publicitado a sus espaldas, cese del sheikh, nombramiento de un administrador judicial malas planificaciones de plantilla, salida del director deportivo Manolo Gaspar… De aquellos polvos de 2013 a estos lodos 10 años después de lo que ha pasado a la historia como ‘el robo de Dortmund’.