Simeone, la china en el zapato blanco

Cuando el árbitro pitó el final del Atlético-Real Madrid de octavos de Copa, el hombre del traje negro comenzó a correr la banda del Metropolitano hacia un abrazo conjunto, con todos sus jugadores. Euforia. Paso adelante. Equipo de cuartos. El Madrid de Ancelotti eliminado. Ese hombre se llama Diego Pablo Simeone y esta temporada es el único entrenador que ha logrado ganarle al equipo blanco (en 26 partidos). Una en Liga (24 de septiembre) y otra en Copa (jueves). Frente a todo el resto de sus rivales que no han sido el Atleti en todas las competiciones (20 partidos) encajó solo diez goles. Los mismos, exactamente los mismos que ante el Atlético en tres duelos (Liga y Copa, más la semifinal de la Supercopa en Riad que ganaron los blancos).

Antes de la llegada del Cholo al banquillo rojiblanco, el Atlético encadenaba catorce años sin conocer la victoria ante el Madrid. Después de ese diciembre de 2011, son doce las que ha logrado entre todas las competiciones (42 partidos) con un saldo equilibrado, porque las derrotas han sido 16 y 14 los empates. Tres de ellas han servido para títulos: la final de la Copa del Rey 2013, la Supercopa de España en 2014 y la Supercopa de Europa en Tallín en 2018. Títulos que se engarzan en las fibras del traje del hombre de negro. El entrenador que se ha convertido en la china en el zapato blanco.

Ocho finales o partidos únicos, ocho prórrogas

“Ha tenido un enorme éxito en un club que, no olvidemos, gran parte de sus logros recientes se deben a que él ha sabido inculcarle una identidad. Me gusta como persona, es muy honesto”, decía en febrero de 2023, antes del enfrentamiento en cuartos de final de la Copa pasada, Carlo Ancelotti, entrenador del Madrid sobre el Cholo. Respeto y admiración mutua hay entre los dos entrenadores entre los que el balance se ha vuelto a igualar: ocho victorias en derbi para el italiano, ocho para el argentino y cinco empates. Pero si hay un rival que Ancelotti no quiere enfrente ese el del Atleti del Cholo. Porque le compite, le lleva a la extenuación: todos las veces que el Madrid se encontró con Simeone en una final o en una eliminatoria a partido único acabaron en prórroga. Ocho en total. En la final de la Copa 2013, en la final de Lisboa 2014, en la Supercopa de Europa en 2018, en los cuartos de la Copa 2023, en la semifinal de la Supercopa de España 2024 y en los octavos de esta Copa del Rey 2024. La final de la Champions en Milán de 2016 y la final de la Supercopa de España 2020, además, acabaron en penaltis. Porque este Madrid al Cholo también le ha hecho vivir al Cholo momentos dolorosos en el banquillo con sus victorias. Lisboa, Milán, cuartos de Champions en 2015, semifinales en 2016.

“El Madrid es seguramente el mejor equipo del mundo con el City”, decía el Cholo al término del partido en el Metropolitano el jueves. “Hacen goles de contragolpe, de media distancia, de centro... Por eso ganan casi todos los partidos. No es suerte. Son buenos. Pero nosotros también competimos bien”, continuaba antes de aplacar la euforia. “El lunes vuelve la Liga y hay que seguir trabajando para estar fuerte en ésta, que está dura también”. A trabajar, en el partido a partido, las baldosas de ese camino sobre el que ha levantado este Atlético que se ha convertido en china tamaño Everest en los zapatos del Madrid. En los tres partidos de esta temporada se adelantaron los rojiblancos en el marcador, el Madrid solo por delante en el 4% de los minutos (en 12 de 330), según datos de @atletico_stats. Lo decía el propio Cholo en su entrevista con El Larguero en noviembre: “Me gusta molestar. ¿Viste las moscas? Son complicadas...”. Puro cholismo.

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