El cambio de guardia se verá en la Copa

La última vez que Barcelona y Real Madrid se enfrentaron en la Copa del Rey fue en 2019. Desde entonces, mucho se ha hablado del cambio de guardia y de la renovación de ambos equipos, pero si se toma un poco de altura veremos que esta eliminatoria de mañana responde perfectamente a lo que se supone que debe ser un relevo generacional en toda regla desde el bando blaugrana. Se cumplen cuatro años y dos días del partido en el que el Barça de Valverde se presentó en el Bernabéu y ganó por 0-3 en la vuelta de semifinales de Copa. El partido de ida había acabado 1-1 en el Camp Nou.

De los 18 jugadores que Ernesto Valverde convocó ese día para buscar a domicilio el pase a la final en Madrid, sólo quedan cinco en la actual plantilla culé: Ter Stegen, Jordi Alba, Sergi Roberto, Busquets y Dembélé, que se perderá el partido por lesión.

Enumerar a los ausentes es como recordar la lista de los amigos que no has vuelto a ver desde el instituto. Atención: Semedo, Piqué, Lenglet, Rakitic, Suárez, Messi, Coutinho, Arthur, Cillessen, Arturo Vidal, Malcom y Umtiti. Una plantilla y un entrenador denostados que eliminaron al Madrid en semifinales de la Copa y que cuatro días después volvieron a Chamartín para ganar en Liga y dejar el título de Liga sentenciado. Claro que esa era una época en la que parecía poco digno celebrar los títulos de la regularidad aunque el equipo blaugrana dejara al Madrid a 18 puntos en la tabla. Otras épocas.

Han cambiado muchas cosas desde ese último enfrentamiento copero en el Barcelona, pero también en el Madrid. Ese día, a Vinicius se le tenía por un jugador negado ante el gol. Hizo un partidazo, pero no culminó. En cambio, en el Barça jugaba Luis Suárez, que no perdonó.

De hecho, el equipo que ese día alineó Solari por el bando madridista es bastante reconocible: Carvajal, Lucas Vázquez, Modric, Kroos, Benzema, Vinicius, Valverde y Asensio disputaron ese duelo.

Entre el partido de ida y el de vuelta no queda nadie que anotara por el Barça (Malcom, Varane en propia puerta y Luis Suárez) y el único gol del Madrid en la eliminatoria lo convirtió Lucas Vázquez.