Trimmel: “Quizá nosotros tengamos un buen día contra el Madrid y...”

Con una sonrisa. Así recibe Christopher Trimmel (Oberpullendorf, Austria, 36 años), capitán y bandera de un Union Berlin en el que aterrizó en 2014 y con el que se ha mimetizado por completo, cada una de las preguntas de AS. Incluso a la hora de recordar la mala racha que ha supuesto el adiós de Urs Fischer. “Fue muy duro. Es que, han sido muchos años trabajando juntos. Seis. Yo era el capitán y la verdad que estábamos muy unidos. Pero somos conscientes de lo que es esto. Esto es fútbol y es así. Algo tenía que cambiar”. Aún es pronto para hablar de cambios con Nenad Bjelica, pero será el exbético el que dirija al Union contra el Real Madrid este martes. “Hablé con Alaba, le pedí que bajen un poco el ritmo”, bromea. “Es el Real Madrid y son fortísimos, no lo voy a descubrir yo. Pero quién sabe. Quizá tengamos nosotros un buen día y...”, apostilla con media sonrisa. También hay tiempo para desgranar su especial relación con los aficionados, con los que habla por teléfono “casi cada semana”. Y, por supuesto, de su pasión por los tatuajes. Más que un hobby. Que le pregunten a Torsten Mattuschka, otra de las mayores leyendas del club...

¿Qué canción le pone los pelos más de punta: Eisern Union de Nina Hagen o el himno de la Champions League?

(Risas) Buena pregunta. Pero no hay duda, Eisern Union de Nina Hagen.

Porque para usted, el Union significa mucho, pero también Berlín. Según tengo entendido, es un enamorado de la ciudad.

Berlín es espectacular, es muy dinámica. Es una gran ciudad, tiene dos clubes importantes... Por algo llevo aquí casi diez años. Me siento muy cómodo, la verdad.

También de los tatuajes, aunque eso salta a la vista. ¿Cuántos tiene?

(Se mira el cuerpo) ¡Uf! Imposible contarlos. Bueno, en realidad, tengo un tatuaje solo, pero ocupa todo mi cuerpo (risas).

¿Qué duele más, un nuevo tatuaje o una derrota en el fútbol?

Bueno, tengo muchos años de fútbol a mis espaldas y sé cómo encajar una derrota. Así que te diría que un tatuaje.

Y su futuro, una vez cuelgue las botas... ¿El fútbol o su estudio de tatuajes?

¡Ojalá ambos! Tatuar también se puede hacer por la tarde, fuera de las horas de trabajo. Pero todavía no miro tan lejos, quiero seguir jugando al fútbol mucho tiempo.

Echando un vistazo a su Instagram aparece cómo tatuó a otra leyenda del Union, a Torsten Mattuschka. ¿De dónde nace esa ocurrencia?

Pues mira, Mattuschka trabaja en televisión ahora, en Sky, y me hizo una entrevista en directo. Empezamos a hablar y dijo que si entrábamos en Champions se haría el tatuaje. Y dicho y hecho (risas). Así surgió la idea.

Cuando hace casi 10 años cambió el Rapid Viena por el Union, un equipo por entonces de la segunda división alemana, ¿era consciente del tipo de club que era?

Sí y además, el Union en aquella época tenía un plan muy atractivo. La intención ya era subir a la Bundesliga por aquel entonces. Hablé con el presidente y me gustó mucho lo que me contó, también con el entrenador y tuve muy buen feeling desde el principio. Tenía la intuición de que iba a desarrollarse algo bonito. No me equivoqué (sonríe).

No pararon de crecer. Siempre un pasito más. Y de repente, ascenso. Imagino que la fiesta tras superar al Stuttgart sería grande. Alguna cerveza caería.

(Risas) Mucha. La fiesta nunca termina. Por el ascenso fueron tres días de fiesta, después al meternos en la Conference, luego por la Europa League y después la Champions. ¡Estos años han sido un no parar de celebrar!

Da la sensación de que la relación con la afición es bastante estrecha.

Estamos muy unidos. Mucho. Hablamos cada semana, sobre financiar proyectos, acerca de posibilidades para que ellos ayuden al equipo...

¿Hablan por teléfono?

Sí, sí. Muchos de los aficionados más veteranos tienen mi teléfono personal y hablamos por teléfono a menudo. Casi cada semana te diría.

Y ese crecimiento continuo ha sufrido un revés esta temporada. ¿Qué cree que ha ocurrido este año, tras un estupendo inicio, para entrar en esa dinámica (hasta el triunfo ante el Gladbach,15 partidos sin ganar)?

Es imposible señalar solamente una cosa. En ocasiones es mala suerte, en otras son errores nuestros... La verdad es que, con la clasificación para la Champions, el equipo ha cambiado mucho. Hemos tenido a 11 o 12 jugadores nuevos y ello requiere su tiempo para acostumbrarse... También influye, en parte, que normalmente teníamos el foco puesto en la Bundesliga, pero ahora la Champions también está ahí y nos ha podido pesar a la hora de tener la concentración necesaria para la liga.

Imagino que decir adiós a Urs Fischer sería duro...

Sí, muy, muy duro. Es que, han sido muchos años trabajando juntos. Seis años. Yo era el capitán y la verdad que estábamos muy unidos. Pero somos conscientes de lo que es esto. Esto es fútbol y es así. Algo tenía que cambiar. Le deseo lo mejor, claro, y que pronto encuentre un nuevo club donde trabajar. Seguro que será así.

¿Han tenido tiempo a hacerse a Bjelica?

Es pronto, lleva apenas una semana con nosotros y tiene que conocer al equipo. Ahora mismo los jugadores tenemos que esperar antes de decir nada porque es demasiado pronto.

Y bueno, aún pueden ser terceros en la Champions, pero eso pasa por ganar al Madrid...

He hablado con David (Alaba) para que bajen un poco el ritmo, para que no lo hagan tan bien (risas). Al final, es el Real Madrid y son fortísimos, no lo voy a descubrir yo. Pero quién sabe. Quizá tengamos nosotros un buen día y... El estadio estará súper lleno, estaremos con nuestros hinchas. Quizá pase algo o quizá no... La pena fue Braga, lo tuvimos ahí...

No tuvo la oportunidad de jugar en la ida, pero ¿qué sintió en el Santiago Bernabéu?

Sin palabras, ese estadio es impresionante. Disfruté del partido incluso no pudiendo participar. Tuvimos muy cerca el empate, fue una pena.

La afición ha seguido apoyando a pesar de los resultados. ¿Le da pena que no puedan vivir el partido en An der Alten Försterei?

Sí. Nosotros también estamos desilusionados por jugar en el Olímpico y no en nuestro hogar. Hubiera sido muy interesante ver al Real Madrid en nuestro estadio. Es una pena. Pero entiendo la decisión del club, porque en el Olímpico muchas más personas tienen la posibilidad de disfrutar del partido (An der Alten Försterei tiene un aforo de algo más de 22.000 personas; el Olímpico, casi 75.000).

A usted, que es lateral derecho, ¿qué futbolista le parece más difícil de defender: Vinicius, aunque ahora esté lesionado, o Rodrygo? Son dos extremos que prefieren el perfil izquierdo, pero muy diferentes.

Buf, ¡qué pregunta! (sonríe) Ambos son súper fuertes. Si ellos tienen un día simplemente normal, nosotros necesitamos defender todos juntos, con todo el equipo. Es imposible pararles de manera individual. Son como Mbappé, que me tocó enfrentarme a él. Son futbolistas súper difíciles de parar. Si se tiene un día bueno y ellos no tanto, quizá se pueda conseguir.

Conoce bien a Bellingham de su etapa en Dortmund, ¿le sorprende el salto goleador que ha dado en el Real Madrid?

En cierto modo no. No se puede hablar de sorpresa porque ya estaba a un nivel altísimo en el Dortmund. Era muy bueno y muy maduro para su edad. Aunque sí que es sorprendente que ahora sea un goleador. En Dortmund era, digamos, más defensivo. Eso sí, que esté en el Real Madrid no es una sorpresa, para nada.

Antes me hablaba de Alaba. ¿Han hablado mucho? ¿Le ha pedido algún consejo?

Nos llamamos antes de los partidos. No necesito consejos de David (risas). Tenemos todo muy estudiado y analizado hoy en día, conocemos las fortalezas de los jugadores del Real Madrid perfectamente. Por eso no hacen falta consejos.

¿Qué significa para Austria tener a un jugador como Alaba, campeón en el Bayern, ahora en el Madrid...?

Es súper importante. Para el país y para la selección. Por sus cualidades como futbolista, pero también porque es un líder. Sabe cómo predicar con el ejemplo, sabe cómo tratar a los recién llegados a la selección, cómo integrarlos. Te diría que todo eso es más importante que su calidad en el césped, que eso salta a la vista.

El Real Madrid no se juega nada, eso puede jugar a su favor...

Puede ser una posibilidad, sí. Quizá los jugadores del Madrid bajen un poco, aunque la verdad es que todos son buenísimos, también los de la segunda unidad. Pero bueno, puede que ellos no estén tan preparados mentalmente para el partido y nosotros sí. Con nuestros fans a nuestro lado. Aunque el Madrid es el favorito, claro.

Para cerrar, en lugar de preguntarle por un resultado, le lanzo otras dos: Si pudiera, ¿a quién le gustaría tatuar?

Buenísima pregunta. Déjame pensar. ¡Dwayne Johnson! ¡The Rock! Sí, me gustaría tatuarle a él. Me parece una persona súper interesante. Además, tendría mucho espacio (risas).

¿Y a qué jugador del Real Madrid y qué le gustaría hacerle?

Mmm, complicado. Me gustaría tatuar a Toni Kroos, sí. ¡Y David (Alaba)! No sé qué les haría.

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