Sentencia o terremoto

Esta vez tendrá que ser sin refuerzos. Vinicius Tobias e Iker Bravo se quedaron en Madrid, por lo que no podrán echar una mano al juvenil A en su visita al Legia Training Center, hogar del día a día de un Legia que ha cedido sus instalaciones al equipo Sub-19 del Shakhtar para jugar esta competición. Arbeloa ha concedido un respiro a los dos ‘refuerzos’ del Castilla, por lo que afrontará la cita con su equipo más habitual. Sus pupilos más cercanos. Con los que convive y en los que confía a muerte.

Las cuartas jornadas suelen estar acompañadas de un fuerte olor a veneno. Y el Madrid da buena cuenta de ello: ganando este partido, se pondría -mínimo- a cuatro puntos del tercero con sólo seis más por jugarse. La faena estaría casi sentenciada. Pero perder pondría la casa patas arriba: el Shakhtar asaltaría el liderato y los madridistas se jugarían media vida en Leipzig (25 de octubre). En el seno del juvenil A, esta posibilidad, es un tema casi tabú. Sólo se piensa en ganar.

Y el precedente más cercano invita al optimismo: la exhibición por 6-1 en el Di Stéfano. El Shakhtar demostró ser un equipo endeble en defensa y varios escalones por debajo, físicamente, del Madrid. Más allá del recital de Iker Bravo (gol y dos asistencias), al cuadro de Arbeloa se le vieron destellos de plantillón. Desde la pegada de Palacios, único jugador merengue que ha marcado en las tres jornadas, hasta la electricidad de Pol Fortuny. De momento hay madera. Y también, liderato.