El Bayern agrava la crisis del United

El Bayern de Múnich no tuvo piedad con un Mánchester United que llegaba al Allianz Arena para este arranque de Champions en plena crisis. Sin Antony y Sancho, apartados, y en decimotercera posición de la clasificación, el cuadro inglés intentó plantar cara al todopoderoso campeón alemán en su feudo, pero cometió demasiados errores, algo que siempre se paga caro en la capital bávara. Se terminó imponiendo el Bayern, tras un final de partido en el que se cantaron tres goles en apenas siete minutos, por 4-3. Y Kane volvió a ser noticia. El fichaje estrella del hexacampeón de Europa sumó su quinto tanto en su sexta aparición con la indumentaria rojiblanca, poniendo a prueba que está más que capacitado para cerrar el vacío que dejó Lewandowski tras su marcha al Barcelona hace algo más de un año.

Tuchel, cumpliendo sanción tras ser expulsado en los cuartos de final de la pasada edición ante el City, vio desde la grada cómo Eriksen estuvo a punto de castigar un gravísimo error de Sané nada más comenzar el duelo. Ulreich detuvo el disparo del danés, pero el United siguió buscando las cosquillas a un Bayern espeso que se encontró con un aliado inesperado: Onana. El guardameta camerunés tuvo manos de mantequilla en un disparo desde la frontal de Sané que se le escurrió por debajo del cuerpo y terminó en el fondo de la red. El lapsus de su portero noqueó al United, permitió que se creciera el Bayern y ampliara la renta cuatro minutos después en una descomunal jugada de Musiala que materializó Gnabry. Letal.

Sin embargo, el Bayern no se privó de invitar a los ingleses a volver a meterse en el partido. Nada más volver de vestuarios, una pérdida de Musiala permitió a los de ten Hag plantarse dentro del área y recortar diferencias por medio de un disparo de Højlund que entró tras ser rechazado por Kim. No duró demasiado la alegría en la grada visitante. El colegiado fue llamado al VAR, señaló penalti por mano de Eriksen y Kane se encargó de restablecer la diferencia de dos tantos a favor de los suyos con el que fue su quinto gol en seis partidos oficiales con el Bayern. A partir de ese momento, el United no dio síntomas de querer o poder rebelarse hasta que el choque se volvió completamente loco en la recta final. Casemiro, de la nada, hizo temblar al Bayern en el 88. Tel sentenció en el 92, dejando el segundo de Casemiro en el 95 en mera anécdota.