Alaba, ante sus peores fantasmas
El austriaco se lesionó la pasada campaña en El Sadar afectando a su rendimiento en la actual temporada.
David Alaba (30 años) regresa a su peor escenario. En el encuentro de la pasada campaña en El Sadar, el austriaco cayó lesionado, perdiéndose el resto de lo que quedaba de campeonato liguero. Sí jugó en Champions: 45 minutos en el Etihad ante el Manchester City (4-3) y la final de París ante el Liverpool (disputó los 90 minutos de encuentro). Aquel 20 de abril de 2022, jornada 33 de Liga, el defensa fue el encargado de abrir el marcador con un doble remate a centro de Benzema: el primero lo repelió Herrera, pero a la segunda, y con la rodilla, batió la meta rojilla. Era su segundo gol en el Campeonato (tras el primero en el Clásico ante el Barcelona), pero minutos después cayó lesionado. Tras ser explorado, se le diagnosticó una contractura en el aductor de su pierna derecha que le apartaría de aparecer en los cinco últimos partidos ligueros.
Cierto es que el austriaco se recuperó bien para la final de la Champions, y que su inicio en esta campaña fue bueno, pero poco a poco los problemas musculares han ido apareciendo de nuevo, convirtiendo esta su segunda campaña en el equipo blanco en la peor de su carrera, según datos de Olocip, a la hora tanto de defender como de fabricar jugadas desde atrás, algo en lo que destacó sobremanera en su primera etapa de blanco, a la vez que se le ha visto muy desubicado y muy impulsivo cuando ha tenido que salir de su posición (por ejemplo, el último partido antes de Mundial ante el Cádiz).
En este 2023 tampoco había elevado su nivel de juego hasta el pasado miércoles ante el Elche, donde intervino en 73 jugadas, recuperó cinco balones, y dio 20 pases en el último tercio del campo rival. En enero apareció en Villarreal, donde le señalaron un penalti por mano, luego se ha perdido seis encuentros, incluidos los dos de la Supercopa. En el Mundial de Clubes quedó señalado, junto con Rüdiger, al encajar tres goles en la final. Hoy vuelve a El Sadar, donde surgieron sus peores fantasmas. Quiere borrarlos y ser el Alaba que maravilló en su temporada de debut.