REAL VALLADOLID

Weissman sigue siendo talismán

El Real Valladolid ha ganado siempre que el hebreo ha marcado. Sus cuatro goles han dado a los blanquivioletas un tercio de sus puntos.

Valladolid
PHOTOGENIC/PABLO REQUEJO

Contra el Getafe, por cuarta vez en lo que va de temporada, Shon Weissman se abrió de brazos y, con gesto y voz canalla, preguntó a la cámara de televisión "¿qué pasa?" para celebrar un gol. El delantero se convirtió así en el máximo goleador del Real Valladolid, superando a Marcos André, Orellana y Óscar Plano, que había visto puerta unos minutos antes convirtiendo su tercer tanto de la temporada.

Oído el silbatazo final, se confirmó que el hebreo es talismán, puesto que el Real Valladolid ha conseguido la victoria en los tres partidos en los que ha marcado; por tanto, en más de la mitad de los locales. Esos tres triunfos han sido por la mínima, lo que signifiva que sus cuatro goles han servido para que el equipo sumara nueve puntos, un 36% del total de los 25 logrados por los pupilos de Sergio González.

Como en el Coliseum Alfonso Pérez, o como anteriormente en Zorrilla frente a Osasuna, 'la gaviota' marcó al primer toque, aprovechando el rechazo defectuoso de David Soria para, con un cabezazo picado que dio en el larguero antes de entrar, colocar el 2-0. Solo contra los navarros necesitó más de un contacto con el cuero para marcar; entonces, controló a la media vuelta antes de definir al palo contrario, como hizo de primeras en la ida ante Yáñez.

Y es que, como ha quedado claro hasta la fecha, si una virtud tiene Weissman es su capacidad para definir, bien buscándose el espacio dentro del área o bien mediante sus continuos desmarques. Merced a uno de estos, en el partido de la primera vuelta frente al Betis consiguió hacer gol, aunque en fuera de juego. Del mismo modo, recientemente contra el Elche le anularon otro de una manera incomprensible, por una mano que, si existió, fue inevitable.

Merced a ese tanto, supera los tres que marcó Sandro la pasada campaña en un número semejante de minutos (1.302 del canario, por los 1.366 del hebreo, que marcó cuando rondaba los 1.300) y los de Sergi Guardiola en su primer curso en Zorrilla (que hizo tres en 1.512 minutos). Con 12 jornadas por delante, tiene margen aún para alcanzar los seis de Ünal del año pasado o, incluso, los ocho que alcanzó un Guardiola que este curso apenas lleva un tanto.

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