LEGANÉS

Rubén Pardo, el nuevo francotirador del Leganés

El centrocampista riojano suma dos tantos seguidos de falta en una suerte en la que el Leganés aún no había marcado. Oposita a relevo de Óscar Rodríguez, último especialista pepinero.

JESUS ALVAREZ ORIHUELADIARIO AS

Rubén Pardo no tiene entre el extenso elenco de sus habilidades el de ser un goleador recurrente. Lo suyo es moverse en la medular, crear juego y generar asistencias. Hasta ahora. El medio centro del Leganés suma dos tantos consecutivos y ambos de falta en una suerte que, hasta su gol a Las Palmas hace dos jornadas, aún no se había estrenado. Ni él, ni ningún compañero de plantilla Contra el Lugo repitió tanto de lanzamiento directo, aunque éste de factura mucho más estética. El Leganés vuelve a tener un francotirador.

En los dos últimos cursos ese rol parecía reservado para un Óscar Rodríguez que, paradójicamente, llegó a Butarque con fama de reventarla en el balón parado. Sin embargo, aquella primera campaña de pepinero, la 2018-2019, ninguno de sus cuatro goles fueron de esta suerte. Todo cambió el curso pasado cuando asumió galones, se creció en la desesperación de luchar por la permanencia y mutó a uno de los mejores especialistas de Primera División, capaz incluso de competir con Messi para ver quién perforaba más porterías con esta suerte. De los nueve tantos que hizo el de Los Navalmorales, cuatro fueron de falta. Messi anotó sólo uno más, cinco.

El caso es que, sin Óscar, el rol de revientaporterías de falta parecía desierto. Y eso que en ésta plantilla hay unos cuantos especialistas en eso de pegarla bien a balón parado. Gaku, Arnáiz, Juan Muñoz o Avilés no le pegan mal. Ninguno hasta ahora había podido marcar de falta directa. Tuvo que ser Pardo el que estrenara esta estadística con dos tantos, por cierto, de lectura diferente.

Mientras que el de Las Palmas sirvió para dar esperanzas a la posible continuidad de Martí (fue el empate a uno y poco después llegó un tiro al palo de Arnáiz), el que le hizo al Lugo sirvió para encauzar el primer triunfo en la nueva era de Garitano (fue el 2-1 que remontó por primera vez en la temporada un resultado en contra para el Leganés).

La ejecución de este último gol fue casi perfecta y confirmó que sí, que Rubén Pardo está predestinado a ser el especialista de un Leganés que ya lo usaba anteriormente para las acciones de pizarra, bien fueran en córners o faltas laterales. En alguna de estas jugadas predestinadas al centro Rubén ya estuvo a punto de estrenarse con anterioridad. Contra el Rayo Vallecano estrelló un balón al palo en una acción en la que apenas tenía ángulo. Frente al Girona casi consiguió un gol olímpico que salvó el arquero rojiblanco en el último suspiro.

El repertorio es elevado y la esperanza de que repita, también. Tras un buen mes de enero (la afición lo ha escogido el mejor jugador del mes), la confianza del futbolista de Rincón de Soto ha ido creciendo. Con Garitano (ya lo tuvo en la Real Sociedad) podría convertirse en una pieza clave en una medular en la que crea juego, genera asistencias y, ahora también, golea de manera recurrente.

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