Un banquillo para diez minutos

Vicente Moreno ha encontrado en las últimas tres jornadas una formación tipo en la que seis jugadores se han consolidado en el ataque: Keidi Bare, Sergi Darder, Raúl de Tomás, Nico Melamed, Adrián Embarba y Javi Puado. Y, lo cierto, es que al Espanyol no le ha ido tan mal como apuntan las dos derrotas consecutivas, sino que su problema emerge en los segundos tiempos, a la hora de adaptarse a las nuevas circunstancias del encuentro y de aportar soluciones con los cambios.

Ante el Castellón, el Espanyol solventó el partido por la vía rápida (2-0) y no sufrió en el segundo tiempo pese a no lograr hacer el tercero. En Girona, la derrota eclipsa el compromiso con más remates a portería de los jugados en LaLiga SmartBank, con hasta dos postes y un compendio de infortunios, mientras que ante el Rayo Vallecano el marcador era de 2-0 al descanso. No obstante, la gestión de las segundas partes no está siendo la mejor.

Vicente Moreno, por ejemplo, ha demorado más que nunca los cambios en estos dos últimos encuentros. Y, los jugadores que han salido del banquillo, no han aportado lo esperado. Ante el Girona, el delantero chino Wu Lei salió en el minuto 77 y solamente participó en dos acciones: falló un pase y recibió una falta en campo propio. Fran Mérida y Álvaro Vadillo jugaron menos minutos -salieron en el 83’- pero tocaron seis y cinco balones, con una pérdida cada uno y sin que sus acciones fueran verticales.

El técnico no agotó los cambios ante el Girona ni tampoco frente al Rayo Vallecano. Hasta el minuto 80 no hubo movimientos. De nuevo, Mérida y Wu Lei fueron los primeros en aparecer con 2-2, pero su entrada desequilibró a un desconcertado Espanyol. En tres minutos, en una acción en la que el equipo se desorganizó, Álvaro García anotó el 2-3. Matías Vargas y Max Svensson salieron para jugar los últimos cinco minutos más el añadido, sin tampoco demasiado incidencia en un Espanyol que no generó ocasiones.