BARCELONA-SEVILLA

Ansu Fati contra Jesús Navas: 17 años no son nada

A punto de cumplir 18 y 35 años respectivamente, son dos de los jugadores más en forma de LaLiga. El palaciego le firmó unas botas a Ansu en su etapa sevillista.

Ansu Fati y Jesús Navas son dos de los jugadores más en forma del inicio de LaLiga. Pero no sólo eso les acerca. El jugador de Los Palacios fue uno de los ídolos de infancia de Ansu. Tanto que, en su etapa en el Sevilla (entre 2010 y 2012), el delantero guineano se compró las botas que llevaba Navas y hasta pidió que se las firmase. Por aquella época, Navas ya era un semidiós para el sevillismo. Había firmado la victoria ante el Atlético en la final de Copa de 2010 y había iniciado la jugada del gol de Iniesta en la final del Mundial de Sudáfrica.

Una década después de aquello, y aunque ya se han visto en la Selección, este domingo se medirán en el cara a cara más apasionante del partido. La admiración de Ansu por Navas no ha desaparecido. La pasada temporada, en el partido de la primera vuelta (6 de octubre), Ansu, que había sido convocado por Valverde, intentó hacerse con la camiseta de Navas, pero Jesús ya se había ido del campo dolido por el 4-0 y le dio vergüenza entrar al vestuario a pedírsela. No trascendió si en la segunda vuelta, en el partido caliente que se jugó en el Sánchez Pizjuán, Ansu se la pudo llevar.

Nacido en la posición de interior derecho, y reconvertido en lateral ya en el City por Guardiola y a su regreso a Sevilla, Navas es un animal competitivo que ya ha dado dos asistencias claves en los dos partidos de Liga que ha jugado (Cádiz y Levante). No sólo eso. Ha mejorado tanto sus conceptos defensivos que su marcaje a Lautaro en un contragolpe del Inter en la final de la Europa League se convirtió en viral. A Ansu le tocará sudar este domingo. Hacia arriba..., y hacia abajo.

A un gol de Iraragorri

Ansu Fati está a un gol de igualar los once que José Iraragorri, delantero de fama del Athletic de los años 30 del pasado siglo, marcó en la Liga antes de cumplir 18 años. Pese al parón de selecciones, el guineano tiene casi un mes por delante para igualar o destrozar el récord, uno más de los que ya amasa desde que debutó la temporada pasada a las órdenes de Ernesto Valverde. No parece Ansu un futbolista obsesionado con el gol, pero se le caen de los bolsillos. Criado en esa posición, sabe aparece, intuye bien dónde se generará la acción y localiza bien la portería. Ha marcado tres en los dos primeros partidos del Barça, cada uno con un gesto técnico distinto. Y va a por más.

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