Las contradicciones de Valverde

La necesidad hará que aún haya más revoluciones en el Barça a corto plazo pero, de seguir así, en los momentos clave, el rotar se va a acabar. A Valverde no le están funcionando los experimentos. Su plan de dosificación ha sido frustrado en este arranque de campeonato y la prueba evidente es que en la mitad de los partidos disputados (cuatro de ocho) ha tenido que deshacer los cambios realizados en su equipo titular. Hasta ahora, únicamente le ha funcionado su once de gala formado por Ter Stegen, Sergi Roberto, Piqué, Umtiti, Alba, Rakitic, Busquets, Coutinho, Messi, Suárez y Dembélé.

En la Supercopa de España, ante el Sevilla, tuvo que corregirse por primera vez. Metió A Rafinha y a Arthur en medio campo, empujado por los pocos entrenamientos de Rakitic y Coutinho. A Rafinha lo quitó en el descanso y a Arthur en el minuto 53’. El Sevilla llegó a ponerse 0-1 y el Barça acabó remontando en Tánger y alzando el título. La reacción llegó a tiempo.

En Liga, que es donde más veces ha tenido que echar marcha atrás a sus planes en mitad del partido, comenzó sin éxito sus experimentos ante el Alavés. El Barça ganó con contundencia (3-0), aunque las novedades en el once tampoco dieron frutos. Semedo jugó ese día de lateral y Sergi Roberto hizo de interior. El entrenador, ante el atasco general, deshizo la prueba al descanso. Entró Coutinho por el portugués y Sergi Roberto volvió al lateral. La cosa mejoró.

Después, en Valladolid regresó el once de gala (0-1), que también ganó con apuros en un patatal. Ante el Huesca repitió con un 8-2 espectacular. Y, más tarde, contra el PSV en Champions (4-0). Fue a la siguiente jornada liguera cuando volvieron los cambios, los problemas y los errores en cadena. El Barça se puso perdiendo en Anoeta con Semedo y Rafinha de inicio. En el descanso Semedo fue sustituido por Sergi Roberto y a los pocos minutos Rafinha dejó su puesto a Coutinho. Esta semana, ante Girona y Leganés, más de lo mismo. Contra el primero, tres de los fichajes naufragaron. Lenget fue expulsado a la media hora y tanto Vidal como Arthur no dieron el nivel. Valverde, ya con diez, se vio obligado a meter a Coutinho y Rakitic por los dos interiores. Más sorpresas que no sorprendieron. Al menos el Barça salvó un punto. Cosa que no pudo hacer ayer en Butarque, donde dos de las apuestas del técnico, Vermaelen y Munir, acabaron como todos los experimentos este año: señalados y en la ducha antes de tiempo.