SURF

Una surfista se clava su propia quilla en Waco: “Tengo suerte de estar viva”

La californiana Nicole Lynchie publica el relato de supervivencia a uno de los accidentes más desafortunados -afortunado a la vez- de la historia del surf.

Nicole Lynchie

Nicole Lynchie, surfista de California, ha estado más cerca que nunca de la muerte tras ser clavarse su propia quilla y golpearse la cabeza contra el fondo de una de las piscinas de olas artificiales más famosas del mundo, Waco Surf. Sí, la misma piscina que en sus inicios cerró por la “ameba comecerebros” y que luego ha visto pasar por allí a todo tipo de influencers y surfistas profesionales, y que también ha sido escenario de maniobras nunca antes vistas.

Vista aérea de la piscina de olas artificiales Waco Surf.Waco

El caso es que la surfista de Venice Beach disfrutaba de su cuarta sesión en Waco Surf cuando fue expulsada del tubo. “Mientras rodaba golpeé el fondo, mi quilla me apuñaló en el estómago tan fuerte como nunca lo había sentido”, relata. Y añade: “El dolor era insoportable, tenía un enorme chichón en la cabeza y una protuberancia como un puño extraterrestre asomando por mi abdomen”.

Acudió a emergencias, donde le detectaron que estaba sangrando por la aorta, el principal vaso sanguíneo que sale del corazón y alimenta el cuerpo. La trasladaron de urgencia en helicóptero a un hospital especializado. “Cada minuto contaba”, explica. La operaron.

“Cuando desperté, escuché las noticias. Había sufrido una ruptura traumática de la aorta de Grado 3. La protuberancia en mi estómago era una hernia traumática en la pared abdominal. Debido al golpe tan fuerte, tuvieron que quitarme todos mis órganos internos e inspeccionarlos visualmente para asegurarse de que no hubiera más daño. Me quedó una enorme incisión de 27 centímetros que abarca la longitud de mi abdomen. Los médicos dicen que lo mejor que puedo esperar es una recuperación del 80% de la fuerza abdominal”. Estuvo 5 días en el hospital.

Lynchie reconoce que “tengo suerte de estar viva, el hecho de que la Dra. Faye estuviera conmigo probablemente me salvó la vida. ¡Es una jodida leyenda! Y Veronica, que coordinó todo y durmió con Faye en la UCI para poder vigilarme en cada segundo. Mis hermanas Amy y Nicole volaron a Texas con ojos rojos para estar a mi lado. Recibí atención excelente en cada paso del camino”.

Finalmente, la surfista termina el relato asumiendo que va a pasar mucho tiempo digiriendo lo que ha pasado, pero también que no hay de qué preocuparse: “Esto no me destrozará. Mi objetivo es volver al agua por Navidades”.

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