Van Aert vuelve a volar

Tres, dos, uno… Van Aert. El sábado se clasificó tercero en la contrarreloj inaugural de Lisboa. El domingo, segundo en el primer esprint en Ourém. Y este lunes, por fin vencedor en Castelo Branco. La progresión perfecta en Portugal. Al belga le ha costado mucho levantar los brazos esta temporada, no lo hacía desde su triunfo en la clásica Kuurne-Bruselas-Kuurne, en febrero. Es verdad que por medio ha tenido que superar una grave lesión, pero desde su regreso ya había encarado varias oportunidades. Dos segundos puestos y un tercero en etapas del Tour de Francia, la medalla de bronce en la crono olímpica de París, que no es un triunfo en sí mismo, aunque casi... Wout es un ciclista que suele sumar muchos puestos de honor en todos los terrenos, pero también victorias. Su situación era extraña, pero al fin ha podido desquitarse. La calidad siempre se abre paso. En las vísperas de La Vuelta dijo que venía con la intención de “ganar”. Ya lo ha conseguido. Y vestido con el maillot rojo, que sabe mejor, igual que hizo con la túnica amarilla en el Tour de 2022. Van Aert lo celebró en la meta moviendo las alas. Ha vuelto a volar.

Hasta entonces, esta tercera etapa de la Vuelta a España 2024 había repetido el guion de la segunda, en algunos casos por duplicado. Los escapados del día volvieron a ser corredores de los modestos Kern Pharma y Euskaltel, los dos equipos invitados por la organización. Hay un acuerdo, más tácito que expreso, que obliga a estas escuadras a ser agradecidas. Si te abro las puertas de mi casa, tienes que animar la fiesta, sobre todo en aquellas horas de bajón. En las etapas decisivas no hace falta, ahí la carrera se lanza sola, los gallos responden. Pero en dos jornadas llanas de casi 200 kilómetros, con un calor rayano en los 40 grados, hay que airear el ambiente para que el bostezo no se atragante.

El Kern Pharma y el Euskaltel metieron en la aventura del día a los mismos protagonistas de la etapa anterior, Ibon Ruiz y Luis Ángel Maté, pero para no quedarse a medias como sucedió en esa jornada, cuando fueron cazados a 52 kilómetros de la meta, multiplicaron la apuesta por dos y también colocaron a sus respectivos compañeros Unai Iribar y Xabier Isasa. El ataque, en perfecta armonía, llegó bastante más lejos, hasta que Isasa fue capturado a falta de 20 km, cuando el pelotón ya pensaba en el esprint, después de haberse destacado en solitario en el descenso de la última cota.

La aventura de los dos equipos invitados, mano a mano, puso algo de salsa a otra jornada soporífera, y en este caso seguramente evitó un retraso tan lamentable como el vivido el domingo, cuando el vencedor de entonces, Kaden Groves, segundo este lunes, cruzó la meta con casi una hora de demora. En esta ocasión llegaron a las 17:48, horario español, unos veinte minutos más tarde de lo previsto. Hizo falta el doble de escapados para acumular la mitad de retardo. Para ellos cuatro va el aplauso de la jornada. Y, de paso, Maté se lleva también el premio extra del maillot de la Montaña.

La Vuelta cubre así su periplo por Portugal, que ha acogido la carrera durante tres jornadas, para afrontar hoy la primera etapa de montaña, con final en el Pico Villuercas, 14,6 kilómetros al 6,2 por ciento de desnivel, después de subir el Piornal y Miravete. No es gran montaña, pero se le acerca. Un importante test para medir a los grandes favoritos de la ronda española, con Primoz Roglic al frente. También comenzará a resolver la incógnita de si Van Aert puede pensar en la clasificación general, o cederá esas funciones a su colega Sepp Kuss, el campeón. Se anuncia, por fin, un día más de fiesta que de siesta. Se acabó el bostezo.

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