El Jumbo saca músculo

La Vuelta a España 2023 saltó por los aires el día menos pensado. Javalambre, que no es el puerto de más renombre de esta edición, vivió un gran espectáculo de ciclismo gracias a una nutrida fuga de 40 corredores que puso contra las cuerdas al pelotón perseguidor. El Jumbo, que pudo ahorrar esfuerzos en la caza, extrajo las mayores ganancias en ese río revuelto. Sepp Kuss, su gregario de élite, ganó la etapa y estuvo a punto de vestir el maillot rojo, que se apropió Lenny Martínez, un prometedor ciclista de 20 años. Por detrás, sus jefes Primoz Roglic y Jonas Vingegaard remacharon a Remco Evenepoel, que resucitó en el momento final para rebajar los daños a 32 segundos. El belga sigue delante de ambos en la general, pero ha enseñado a los rivales su vulnerabilidad, el mismo día que el equipo neerlandés sacó músculo.

Nada tiene que ver lo sucedido con el precedente de 2019, cuando Ángel Madrazo venció al frente de una aventura consentida. Este jueves también hubo fuga, pero dolorosa para Evenepoel. Después de una salida trepidante, con múltiples intentonas que no se consolidaban, se formó al fin una gruesa fuga cuando ya se llevaban recorridos 60 kilómetros, un grupo tan amplio que trajo de cabeza al pelotón. El nivel de la escapada se entiende pronto con decir que ahí se metieron 11 de los 25 primeros de la general, entre ellos el tercer clasificado, Lenny Martínez, que partía a 17″ del líder.

El pulso de la escapada al pelotón fue tan duro, que el grupo destacado llegó a ser mucho más amplio que el perseguidor, casi el doble. La responsabilidad de la caza recayó en el Soudal de Evenepoel, un equipo que tampoco pasa sus mejores días por el impacto de un virus que debilitó a varios de sus ciclistas y obligó al abandono de Andrea Bagioli. Otro retirado de peso fue Jay Vine, que se bajó tras una caída. Pese a todo, los belgas no estuvieron solos, también el Movistar de Enric Mas y el Ineos de Geraint Thomas colaboraron en la captura. No lo hizo así el poderoso Jumbo, que dejó la tostada a los rivales. Con Sepp Kuss, un gregario con trazas de líder, colado en el grupo de aventureros, la faena era cosa de otros. Lo mismo que pensó el UAE Team, con Marc Soler delante.

El grupo perseguidor estaba tan reventado, que explotó en el Pico del Buitre, que así se llama esta subida de Javalambre. Roglic lanzó un ataque por detrás que mostró la debilidad de Evenepoel. El mazo había caído con fuerza sobre el maillot rojo, que se rehízo al final. Vingegaard enlazó con su colega Roglic. Y continuó el festival. El líder se recuperó, supo sufrir, y amortiguó su hundimiento. El dúo bicéfalo del Jumbo le recortó 32 segundos, pero sigue detrás en la clasificación, aunque con su aliento en el cogote del belga: Vingegaard, a 5″, y Roglic, a 11″. Un empate técnico en la tabla, pero un golpe moral para Remco, que enseñó su fragilidad. Juan Ayuso, de menos a más, y Enric Mas, de más a menos, salvaron los muebles y hasta le metieron tiempo al dorsal 1.

Paralelamente, Kuss exhibía sus dotes de escalador para ganar la etapa. No pudo vestir el maillot rojo, que se enfundó por solo 8 segundos el jovencísimo Lenny, pero se llevó el merecido premio a su constante esfuerzo. Recordemos que Kuss disputa este año su tercera gran vuelta, siempre al servicio de sus líderes, Roglic y Vingegaard, lo que no le priva de tener sus destellos. En 2021 ya ganó una etapa del Tour en Andorra y en 2019 hizo lo propio en una etapa de la Vuelta en el Acebo. Un compañero de lujo. Y un alegre ciclista que vive con pasión su profesión e implica siempre al público en sus éxitos. La sonrisa de La Vuelta se coronó en Javalambre.