Ha nacido una estrella

Ha nacido una estrella: Carlos Rodríguez. El granadino, de 22 años, alzó este sábado los brazos como ganador en Morzine, final de un etapón de los Alpes. Una plaza de primera. En pleno duelo entre Jonas Vingegaard y Tadej Pogacar, que peleaban con ferocidad cada segundo de bonificación, cada pedalada, Rodríguez supo encontrar oro en el río revuelto para conquistar su primera victoria en una grande, que es también la tercera de un ciclista español en la presente edición del Tour, tras las logradas por Pello Bilbao y Ion Izagirre. El éxito del andaluz tiene un mérito añadido, porque venció en el corazón de una batalla de gallos y porque le aúpa al tercer escalón del podio, del que se ha bajado Jai Hindley ¡por un segundo! tras sufrir una fea caída.

Rodríguez se coronó en una jornada muy exigente, en la que el Jumbo había endurecido el ritmo durante todo el recorrido, con un trabajo en cadena que no dio ninguna opción a los aventureros. Y no fue porque no hubiera habido intentos, tras una salida accidentada que provocó una montonera de una treintena de corredores que obligó a la organización a parar provisionalmente la competición y que mandó para casa a Antonio Pedrero, Louis Meintjes y Esteban Chaves. Tras el sobresalto, estuvo especialmente activo Giulio Ciccone, que se llevó los puntos de la Montaña en el Cou y el Feu. También anduvieron por allí varios españoles: Mikel Landa, Alex Aranburu, Gorka Izagirre… Pero la locomotora neerlandesa tenía otros planes. Quería conducir la carrera rápida, sin piedad. Vingegaard sabe que no puede esperar al tramo final de las etapas si quiere ganar este Tour, porque Pogacar tiene más explosividad, una arrancada letal. Así le ha ido recortando pellizco a pellizco, hasta plantarse a esta primera cita de los Alpes a nueve segundos. La actitud del Jumbo tenía un peligro para su líder, que era hacer la carrera a favor del rival, en lugar de en beneficio propio. Pero había que asumir el riesgo. El esloveno es más vulnerable de lejos que de cerca, si es que tiene algún punto débil.

El ritmo fue tan mortífero, que sólo 16 ciclistas sobrevivían en el pelotón de vanguardia a 30 kilómetros de la meta. Así se llegó al Joux Plane, el gran juez, un clásico alpino de 13,9 kilómetros al 7,1%. El Jumbo entró en punta, una vez más, pero el UAE Team se puso respondón y juguetón. Rafal Majka tomó la cabeza, una provocación que no permitió Wout van Aert. La travesura tuvo su guinda cuando Pogacar pidió un lanzamiento a Adam Yates, que le dejó en duelo directo con Vingegaard. Otra vez el dúo estelar. Tadej tomó ventaja con su arrancada frenética, pero en esta ocasión la meta estaba más lejos, los esfuerzos sostenidos son otra cosa. Ahí, el danés es resistente. Ambos se quedaron en un mano a mano en la lucha por las bonificaciones del puerto, que sorprendentemente se adjudicó Vingegaard, después de un demarraje fallido de Pogacar, que fue frenado por las motos y el público. La afrenta dolió a Pogi, derrotado en su terreno. Y lo expresó con un amago de ataque, más de rabia que de utilidad. Luego sí le precedió en la meta, pero sale de la batalla a 10 segundos, uno más que el día anterior. Este Tour se disputa con la calculadora.

Justo en ese momento comenzó a tomar cuerpo el sueño de Carlos Rodríguez, la entrada en acción de un tercer protagonista. Vingegaard y Pogacar bajaban en estrecho marcaje cuando el español, que había coronado a solo 17 segundos de la pareja, enganchó por detrás y, sin pensarlo dos veces, se tiró a bloque en el técnico descenso del Joux Plane que ha deparado no pocas caídas en la historia. Que le pregunten a Pedro Delgado y Roberto Heras. El granadino no iba a incrementar esa relación fatídica, sino la lista de ganadores de etapa españoles, tres de ellos en este laureado certamen, y la de los grandes hombres Tour de la historia. Carlos tuvo doble premio, porque también desbancó de la tercera plaza del podio al magullado Hindley, gracias a las bonificaciones de la meta y de la última cima. Por delante ya sólo ve a Vingegaard y Pogacar, dos colosos a los que este sábado logró doblegar con astucia… y que seguramente retará en un futuro.