Pogacar: “Iré al Tour en modo ataque”

Bajo esa apariencia de joven imberbe, sencillo y risueño, se esconde un auténtico depredador. Una leyenda del deporte en ciernes. Y es que a pesar de la tranquilidad que desprende, no es un chico corriente de 24 años, que acostumbraría a estar más preocupado del Fortnite, los sobres del FIFA o el último tema de Quevedo. Él, Tadej Pogacar (Klanec, Eslovenia), sigue centrado en hacer historia con la ambición de los más grandes, con el convencimiento de que su legado puede ser eterno. Antes de iniciar su temporada con victoria en la Clásica Jaén y de debutar hoy en la Vuelta a Andalucía (gran favorito frente a los españoles Mas, Landa y Rodríguez), Pogi atendió a AS para analizar sus retos del curso, con el duelo con Jonas Vingegaard en el próximo Tour de Francia como principal foco de atención.

-¿Cuáles son sus sensaciones tras las concentraciones invernales?

-Hice una muy buena concentración en diciembre con el equipo (estuvo en La Nucía). Me sentí realmente bien y conectado con todos los corredores y también los nuevos compañeros. Fue un invierno productivo para mí aunque en enero tuve algunos contratiempos por enfermedad, pero no fue nada realmente severo. Entrené de nuevo a finales de enero y estoy preparado para las carreras.

-En los últimos años empezó su temporada en el UAE Tour (carrera del patrocinador de su equipo). ¿Por qué decidió cambiar este inicio por España?

-Mi calendario ha cambiado un poquito. Correr un poco más en España está bien y estas dos carreras de Jaén y Andalucía (hoy estará en la Ruta del Sol) serán muy interesantes, realmente duras y más difíciles que el UAE Tour. Quizás es mejor para la preparación porque en los entrenamientos empecé más tranquilo este año. Puede ser mejor ir paso a paso en esta temporada.

-El equipo ha fichado grandes corredores en 2023. Pensando en el Tour de Francia, ¿es ahora más fuerte?

-Sí, los nuevos compañeros de equipo son estupendos. Tuvimos dos concentraciones, una en octubre en Emiratos Árabes y la de diciembre. Como he dicho, estuvimos realmente conectados entre todos los corredores. Estoy con mucha confianza para este año de que podemos hacer buenas carreras, con un trabajo en equipo muy fuerte. Seguro que los buenos resultados vendrán.

-¿El Tour de Eslovenia volverá a ser su última carrera de preparación a la Grande Boucle?

-Veremos. Todavía hay un largo camino hasta allí y ahora mi atención está más puesta en las clásicas. Quiero hacer una buena Lieja-Bastoña-Lieja y después resetear poco a poco pensando en el Tour, con concentración en altitud.

-Respecto a las clásicas, ¿qué espera este año?

-No lo sé. El año pasado tuve una fantástica temporada de clásicas. Fue bien en Milán-San Remo y también en Flandes. Así que no tengo muchas expectativas, pero deseo que todo sea mejor que el año pasado y, por supuesto, tener algo de suerte también.

-Después del segundo puesto en el pasado Tour, ¿se siente más motivado que nunca por volver a ganar?

-Creo que siempre estoy motivado para ganar, pero este año será un poquito diferente porque no defiendo el Tour. Iré con un estilo atacante para recuperar la victoria. Ahora va a ser totalmente diferente respecto a los últimos tres años.

-¿Cuál será la clave para superar, no sólo al Jumbo como equipo, sino también a Vingegaard?

-Se necesita ser el mejor, esa es la clave (risas). La única clave es hacer 21 días perfectos. No se pueden cometer muchos errores en una gran vuelta. De alguna manera, los pequeños errores puedes solventarlos, pero los grandes no tienen lugar entre los contendientes de la general en el Tour.

-Como consecuencia del resultado del último Tour, ¿ha cambiado algo en su mentalidad o forma de entrenar?

-No. Mis entrenamientos, más o menos, son los mismos. Este invierno tuve una primera parte algo más relajada, pero manteniendo muchas horas de trabajo. Quizás no tuve la mayor locura en cuanto a altitud, pero conservé el ritmo durante los últimos meses.

-¿Qué aprendió del resultado del Tour?

-Aprendimos mucho, aprendimos sobre nosotros mismos y en cómo trabaja el equipo. Desde el último día del Tour empezamos a mejorar pequeñas cosas en el equipo. Creo que, como cada año, nos hacemos mejores. En cada carrera aprendemos algo nuevo y, por supuesto, el Tour fue una de las cosas que más nos ha motivado para aprender y mejorar todavía más.

-Aparte de la ronda francesa, ¿qué otras carreras le gustaría ganar este año?

-El Mundial (risas), pero este año quizás no sean los mejores para mí por el recorrido. Nunca se sabe e iremos allí para estar lo mejor posible, pero también la primera parte de la temporada con San Remo, Flandes... Para mí es difícil elegir y será un gran desafío, con unos objetivos muy bonitos en los que pensar.

-¿Cuál sería una buena temporada para usted este año?

-Una buena temporada puede ser que no me sienta mal o enfermo a lo largo del año, que pueda jugar con la bici y sentirme fuerte. No importa tanto si no consigo muchas victorias aunque, por supuesto, es mejor ganar. Espero estar ahí arriba más o menos cada día.