VUELTA A ESPAÑA

Una Vuelta como una Catedral

La crono inicial, que pasará por los rincones más monumentales de la ciudad burgalesa, permitirá ir disfrutando una a una de buena parte de las estrellas del pelotón mundial.

Burgos
PEPE ANDRÉSDIARIO AS

La imponente Catedral de Burgos, que celebra su octavo centenario, será testigo este sábado de la salida de una de las Vueltas con mejor participación de los últimos tiempos. La crono inicial, que pasará por los rincones más monumentales de la ciudad burgalesa, permitirá ir disfrutando una a una de buena parte de las estrellas del pelotón mundial. El último en salir será Primoz Roglic, al que todos señalan como rival a batir tras haberse apuntado las últimas dos ediciones. El esloveno, después de la decepción que supuso su dura caída en el Tour, llega convencido de poder entrar en la leyenda con su tercera victoria consecutiva en una carrera que se ha convertido en el bálsamo con el que aplacar los sinsabores que ha sufrido en la grande francesa. “El ciclismo es como la vida, subes y bajas, caes y te levantas...”, cuenta el astro del Jumbo, un caníbal que intentará dar hoy mismo su primer mordisco, por escaso que sea, en los poco más de siete kilómetros contra el cronómetro, la especialidad de la que es el vigente campeón olímpico. Roglic sabe que, en una competición siempre apretada y que a partir de la segunda jornada tendrá bonificaciones, cada segundo cuenta en la lucha por La Roja, el maillot de líder de la prueba nacional.

Justo antes saldrá el otro gran nombre de esta 76ª edición y segundo gran aspirante en las quinielas, Egan Bernal, cuyo reto también es gigante. En su palmarés lucen el Tour 2019 y el Giro de este mismo año, y La Vuelta no sólo supondría su segunda grande de la temporada, sino completar la colección de citas de tres semanas. El paso que le falta para pasar de figura a corredor eterno cuando apenas cuenta con 24 años. Que lo consiga en La Vuelta también tiene su romanticismo. “Es una carrera que siempre se le ha dado bien a los colombianos”, rememora con cierto sabor a homenaje a aquellos escarabajos que brillaron en la ronda española en su desembarco en el ciclismo europeo. Quién le hubiera dicho a los Herrera, Parra y compañía que más de tres décadas después un compatriota estaría en disposición de mirar por encima del hombro a los europeos y con la capacidad de compartir Olimpo con las grandes leyendas.

Jumbo contra Ineos... y mucho más

El duelo también se extrapola a sus equipos. Un nuevo enfrentamiento entre el Jumbo y el Ineos lo suficientemente atractivo como para no echar de menos la baja de Tadej Pogacar, saciado de éxito tras su segundo Tour, que no estará al frente de la otra potencia, el UAE.

La formación neerlandesa (Kruijs­wijk, Kuss, Gesink…) y la británica (Carapaz, Adam Yates, Pidcock…) acuden con lo mejor de sus plantillas para arropar a sus líderes en un trazado en el que los puntos claves parecen estar en las montañas (el Picón Blanco aparece ya el lunes y la tercera semana es brutal con Lagos, Gamoniteiro…), aunque las sorpresas podrían ocurrir en el llano, con jornadas de viento que quizá marquen diferencias mayores que los puertos.

“Pero esta Vuelta no va a ser un Roglic-Bernal”, coinciden los dos protagonistas. “Si no viniéramos a ganar, no estaríamos aquí”, afirman Superman López y Enric Mas desde el Movistar. Mientras que Hugh Carthy, tercero en la edición anterior, cree que él también está “entre los favoritos”. En ese grupo hay que añadir a Mikel Landa en su regreso a la grande española, aunque pide paciencia para ponerse a tono.

De todos ellos también dependerá que el 5 de septiembre, en la crono final con meta en otra catedral, la de Santiago, La Vuelta pueda alardear de otra edición apasionante. Desde luego, protagonistas hay y terreno, también. Hasta público, siempre que cumplan las medidas sanitarias. No falta de nada para que se viva una Vuelta tan grande como una catedral.

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