Oro sufrido, verano redondo
La Selección Sub-20 se proclama campeona de Europa por tercera vez en su historia. Cuarta medalla del verano de cuatro posibles. Rubén Domínguez, 17 puntos, Juan Núñez, MVP.
La certeza no existe en el deporte, pero, a pesar del bache en el que se metió al final de la primera parte, cuando Lituania se reenganchó a la lucha por el oro (del 38-24 del minuto 15 al 44-48 del 25), ganó el mejor en Podgorica, capital de Montenegro (69-61). El más fuerte de largo del torneo, España. Campeona de Europa por tercera vez en categoría Sub-20, desde la primera edición en 1992, tras los títulos conquistados en 2011 con Mirotic, Franch y Sastre, entre otros, y en 2016 con Marc García, Ramón Vila, Barreiro, Yusta, Sima… Un éxito que calca el de la Sub-20 femenina alcanzado el pasado 16 de julio en Hungría y que supone la cuarta medalla del verano, cuatro en cuatro finales de cuatro posibles si añadimos las dos plantas en los Mundiales Sub-17.
Un oro sufrido en un verano redondo. La Selección dirigida por Joaquín Prado arrancó con alas, las del alero del Barça Michael Caicedo, autor de 10 de los 14 primeros puntos. El equipo jugaba y la diferencia con Lituania era amplia, en baloncesto y en sensaciones. Pero España se paró, ayudó la defensa lituana, su combatividad, su rebote y surgieron las dudas y los errores crecieron. No había buena generación de ventajas, ni acierto en el lanzamiento.
Juan Núñez y Rubén Domínguez
Juan Núñez, base del Real Madrid, el líder hasta ahora del equipo en el torneo pese al reparto de minutos y sus 18 años, dos menos que sus compañeros (o uno respecto a Caicedo), no tuvo el día. Asumió responsabilidad, pero marró 13 de sus 18 tiros a canasta, además de extraviar tres balones. España, al menos, detuvo su caída libre al final del tercer parcial. Resultó clave la aparición de Rubén Domínguez, que entre el cierre de ese periodo y el inicio del último encadenó 9 tantos. El escolta del Estudiantes sacó a la Selección del apuro y la puso por delante: 55-62, minuto 33. El factor decisivo de la final: 17 tantos (3 de 6 de tres), muchos en el tramo más crítico.
Lituania aún no estaba rendida, le quedaba otro arreón con Mantas Rubstavicius (máximo anotador del Europeo con 19,7 de media) y con Augustas Marciulionis (hijo de mítico Sarunas): 61-62. Entonces, vimos una de las jugadas del campeonato, un semimate-gancho estratosférico de Miguel Malik Allen volando por encima de su par y soltando el balón casi rozando el aro. Y vimos una gran entrada de Juan Núñez para sentenciar el éxito. Aparecía a tiempo el madrileño para poner la guinda a un torneo buenísimo, tanto, que acabó coronado como MVP con, ya saben, 18 años, dos menos que la mayoría de sus rivales. Sus promedios, en las siete victorias, 11,6 puntos, 3,9 rebotes, 4,9 asistencias, 1,6 recuperaciones y 14,4 de valoración. La cantera española suma y sigue. En la Sub-20 masculina, tres oros y 16 medallas (Serbia, el siguiente, tiene ocho si contamos los años en los que aún formaba un país con Montenegro).