NBA | LAKERS 118 - CELTICS 122

Tatum reina en la locura de Los Ángeles

Jayson Tatum hace un partido perfecto, fuerza la prórroga y remata a los Lakers en el tiempo extra. Los dos equipos tiraron por tierra ventajas claves.

HARRY HOWAFP

Era el partido más esperado de los últimos días, el cartel que ningún otro equipo puede igualar. Un Lakers-Celtics, la rivalidad por excelencia, el clásico de los clásicos, el sacrosanto duelo que ha hecho a este deporte y a esta liga más grande que ninguna otra cosa que haya pasado por ella. Dos franquicias trufadas de nombres míticos que forjaron sus leyendas en muchos partidos como el de esta noche. A esa lista de jugadores inolvidables tendremos que añadir dentro de no mucho un nuevo integrante: Jayson Tatum. El alero de los Celtics ha vuelto a demostrar, esta vez en el mejor escenario posible para un jugador de Boston, por qué debería estar en primera posición en todas las quinielas del MVP (o trofeo Michael Jordan según la liga, nombre que ahora mismo no desentona con él) de este año.

44 puntos, 15/29 en tiros de campo, 5/10 en triples, 9/10 en tiros libres, 9 rebotes y 6 asistencias. Una línea estadística prodigiosa que refleja bien lo que supuso su presencia en pista. Primero apuntalando una ventaja sonrojante que llegó a poner a su equipo 20 puntos arriba en el tercer cuarto (61-81). Después salvando los muebles en la carga final de los visitantes, que habían echado a perder toda su ventaja y que perdían 106-93 a falta de 3:40. De su mano salió, entre otras, la canasta que forzaba la prórroga a 17 segundos del final. Y finalmente aniquilando las pocas esperanzas del rival en el tiempo extra, en el que los Lakers, con Westbrook fallando hasta tres lanzamientos solo y en buena posición, se iban pegando tiros en los pies. Ahí también apareció la figura de su lugarteniente, Jaylen Brown, que aportó 5 de los 12 puntos seguidos de los Celtics que pusieron tierra de por medio en el momento más importante del partido.

Los Lakers hicieron todo lo posible por ganar el encuentro y también por perderlo y, como ya ha pasado más de una vez esta temporada, ganó la segunda opción. Otra vez se les escapó un partido que tenían en su mano. Ese parcial final de 4-17 hurga en la herida de los finales apretados que los angelinos han desperdiciado esta temporada. No cabe duda que en líneas generales han reaccionado, que el nefasto inicio de temporada parece lejano y que ahora son otro equipo en muchos aspectos. Pero también es cierto que han perdido 4 de los últimos 5 partidos, es verdad que varios de ellos en una gira por el Este siempre dura que esta vez se juntó con bajas importantes, y que siguen cuartos por la cola en el Oeste, a 2,5 victorias del play-in y a 4 de playoffs. Amagan con despegar, pero no acaban de hacerlo.

Pueden seguir relativamente tranquilos con un Anthony Davis en el estado de juego actual en el que está. El ala-pívot volvió a bordar el baloncesto (37+12) hasta que falló dos tiros libres a falta de 28 segundo para acabar el último cuarto y con su equipo 2 arriba. Podría haber sido la sentencia, pero no lo fue. Después llegaría la canasta de Tatum y más tarde un triple para evitar la prórroga fallado por LeBron James, quien rozó el triple-doble (33+9+9). Y antes de todo eso, uno de los cuatro triples de Marcus Smart para poner a su equipo a tiro de piedra y hacer temblar todas las piernas del crypto.com Arena. Las manos, las de los Lakers, ya venían temblando desde hacía unos minutos.

En esta historia en la que se cruzan inevitablemente los dos transatlánticos de la NBA, unas veces está arriba uno, otras veces el otro y otras, las mejores, los dos. Ahora le toca estar arriba a los Celtics, finalistas de la NBA, grandes favoritos al anillo de este año y que al final, cuando la bola quemaba, demostraron por qué son el mejor equipo de la liga en la actualidad.

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