NBA | IN-SEASON 2023

Llega la revolución: la NBA se vuelca en el In-Season

Esta noche empiezan los cuartos de final del In-Season Tournament, la Copa NBA creada por Adam Silver que llega para cambiarlo todo.

KEVORK DJANSEZIANAFP

Empieza lo bueno. El In-Season Tournament se adentra en su semana más importante tras casi dos meses de competición. El empeño personal de Adam Silver, comisionado de la NBA, para introducir un torneo dentro de la regular season se examina tras semanas en los que los partidos de los martes y de los viernes han servido no sólo para el récord final de la temporada, también para la clasificación directa a un formato inédito hasta ahora en la mejor Liga del mundo. Quedan ocho equipos en liza y sólo uno se llevará esta especie de Copa, con encuentros eliminatorios que supondrán un win or go home para las franquicias implicadas. O ganas o te vas a casa. Algo que jamás había ocurrido en la competición norteamericana, que siempre busca nuevos formatos y buscar manera de aumentar la competitividad y el espectáculo.

El experimento ha suscitado, como siempre, voces a favor y en contra, con determinados jugadores y algunas estrellas quitando importancia a la novedad. Ya pasó por el play-in, un formato que se inventó por el coronavirus y para dar opciones extra en la burbuja de Orlando, Florida, a equipos que podían haber optado a playoffs en caso de que la temporada no hubiera sido reducida por culpa de la pandemia. Otra alteración de la realidad a la que estábamos acostumbrados y que también llegó para quedarse, dando más oportunidades de lo habitual y enfrentando a equipos que quedan entre el séptimo y el décimo puesto de cada Conferencia, en el Este y el Oeste respectivamente.

Los grupos iniciales del torneo se anunciaron el 8 de julio, cuando se presentó el In-Season. Los equipos se asignaron en cinco bombos (por cada conferencia) según la clasificación de la temporada regular 2022-23, lo que buscaba dar opciones a franquicias teóricamente más débiles. Así, el primer bombo estuvo compuesto de los equipos con los tres mejores récords del pasado curso baloncestístico en cada conferencia, mientras que en el segundo estarían los récords del cuarto al sexto. Y así sucesivamente, concluyendo con el quinto y último bombo, el de los equipos con los tres peores registros (del 13 al 15).

La primera fase del torneo finalizó el pasado martes 28 de noviembre, cuando se aclararon todos los clasificados. Los cuartos de final los disputarán Milwaukee Bucks, New York Knicks, Indiana Pacers, Boston Celtics, Los Angeles Lakers, Phoenix Suns, Sacramento Kings y New Orleans Pelicans. Los cuartos de final se celebrarán en dos tandas entre el 5 y el 6 de diciembre, con el equipo con mejor récord disputando dichos encuentros de locales. Tras esto, llega el plato fuerte: el torneo se trasladará a Las Vegas, donde el complejo T-Mobile Arena servirá como sede de una especie de Final Four en la que participarán aquellos que hayan superado la eliminatoria anterior. En dicha pista, que se terminó de construir en 2016 y tiene capacidad para 20.000 personas, habrá dos equipos del Este y dos del Oeste, enfrentándose uno de cada Conferencia en la gran final.

El traslado a Las Vegas para celebrar el torneo ha sido también una jugada que pretende ser maestra por parte de Adam Silver. La NBA lleva muchos años intentando llegar a la ciudad de Nevada, siempre atractiva para los jugadores, uno de los destinos turísticos más atractivos de Estados Unidos (hoteles, casinos...) y un posible mercado grande que compita con otros como Los Ángeles o Nueva York. El pabellón elegido costó en su inicio 500 millones de dólares y la mejor Liga del mundo, con su comisionado a la cabeza, busca rentabilizar el torneo, expandirse a una nueva ciudad y conseguir una cobertura mediática sin precedentes, unida siempre a una ciudad que atrae masas de gente y cámaras de televisión constantes.

Una cuestión de legado... y de dinero

La NBA ha intentado por todos los medios atraer a los jugadores al nuevo formato, que quieran disputarlo y muestren seriedad en esos partidos. Para ello han puesto un premio económico por baloncestista que ya es de 50.000 dólares en cada uno de los equipos clasificados. Los semifinalistas se llevarán 100.000 dólares, los subcampeones 200.000 y los campeones 500.000, una cifra que inicialmente iba a ser de un millón pero que se ha reducido a la mitad, pero que no es nada desdeñable. Al fin y al cabo, las estrellas viven en un mundo paralelo respecto a la parte baja y media de la Liga, y hay muchos profesionales a los que les viene muy bien el monto económico que supone la victoria.

También habrá, claro, MVP del torneo y Quinteto Ideal, premios que siempre buscan los grandes jugadores para poner su lugar en la historia, escribir un legado o engrandecer su currículum. Los Lakers se han mostrado muy serios en los partidos del In-Season y LeBron James podría tener la victoria en la cabeza para seguir aumentando su leyenda, ya inabarcable. Jugarán contra los Suns la noche del 5 al 6 (04:00, hora española). De la misma forma, Kings y Pelicans se jugarán el pase a semifinales el día anterior, tras el Pacers-Celtics que abrirá el torneo. Los otros cuartos de final los disputarán (del 5 al 6, como los Lakers) Bucks y Knicks (01:30, como sus homólogos del Este). Cuatro partidos en dos días antes del traslado a Las Vegas. Una Copa NBA histórica. Y un nuevo experimento que busca un ganador. Una cuestión de legado... y de dinero, claro.

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