CHARLOTTE HORNETS

Lío con Hayward en los Hornets

Una fractura en un hombro deja fuera de las pistas otra vez a Gordon Hayward y su mujer carga con dureza contra la franquicia de Michael Jordan.

Brad MillsUSA TODAY Sports

Malos, muy malos tiempos para Charlotte Hornets. El equipo de Carolina está 6-14, y cada vez parece más claro que su destino es otra reconstrucción y perseguir la alargadísima sombra de Victor Wembanyama. Los problemas y las lesiones, desde luego, están ayudando a que el equipo sea muy poco competitivo. Primero desapareció del mapa Miles Bridges, que no renovó su contrato y está ahora mismo fuera de la NBA por un grave caso de violencia doméstica por el que ha sido condenado a tres años en libertad condicional. El alero evitó la cárcel, que parecía una opción muy real cuando fue detenido, en junio y justo antes de salir al mercado NBA como agente libre restringido. Después, LaMelo Ball ha tenido recurrentes problemas de tobillo y solo ha jugado tres partidos. Y ahora Gordon Hayward, que se ha perdido por ahora nueve de los veinte totales del equipo, pasa a ser baja indefinida por una lesión en el hombro que es más grave de lo que parecía en un principio.

Hayward comenzó a tener problemas en el hombro izquierdo en el partido del 2 de noviembre contra Chicago Bulls. Se perdió la segunda parte de ese encuentro y los ocho siguientes. Volvió el 18 de noviembre, contra los Cavs. Y jugó ese partido y dos más, el último contra los Sixers el día 23 y con muy malas sensaciones: 7 puntos, 3/10 en tiros, 4 pérdidas. Ahora ha tenido que parar por lo que finalmente es una fractura escapular que el especialista en lesiones Jeff Stotts define como muy poco habitual en la NBA y mucho más común en jugadores de béisbol. Y fija el tiempo de recuperación en unas ocho semanas.

Los Hornets se han limitado a definir como “revisable semana a semana” el tiempo de baja de un Hayward cuya mujer, Robyn, ha echado leña al fuego al ser la que ha anunciado la lesión exacta de su marido en un escrito en redes en el que ha sido muy dura con los Hornets como organización: “Lo que tiene realmente es una fractura escapular en un hombro, y con ella le hicieron jugar el último partido. Por eso ni podía levantar el brazo. Todo el mundo sabe que lo que Gordon quiere es ganar y jugar como hay que jugar. Es la persona más sincera y fiable que vas a conocer, en la pista y fuera. Si va a estar sin jugar no va a ser por una lesión leve... Prefiero dejarlo ahí y no entrar en asuntos mayores. Pero para que quede claro, y ya que el equipo no lo dice, tiene una fractura en el hombro. Eso es un hueso que está roto. Ya me he cansado de que no protejan a los jugadores. Acabo de hablar con la madre de uno de los jugadores jóvenes del equipo y me estaba diciendo lo mismo...”.

Robyn Hayward no quiere que se sugiera que su marido no juega cuando podría hacerlo, o que se queda de baja en cuanto tiene ocasión. Con 32 años, este es el enésimo problema físico de un grandísimo jugador al que las lesiones no han dejado alcanzar su techo. Número 9 del draft en 2010, jugó hasta 2017 en Utah Jazz y fue all star. Ese verano firmó con los Celtics por cuatro años y 128 millones de dólares. Nada más comenzar su primer partido con los verdes, sufrió una terrorífica lesión en una pierna (tobillo, tibia y peroné…) y se perdió toda la temporada 2017-18. Desde entonces, en cuatro cursos y pico, solo ha jugado 228 partidos. En 2020 los Hornets apostaron por él, y firmó vía sign and trade por cuatro años y 120 millones. Un cuatro que parece terrible para la franquicia a la vista de los constantes problemas físicos del alero, que tiene 30 millones garantizados esta temporada y 31,5 la próxima, antes de ser agente libre en el verano de 2024.

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