La nueva madurez de Smart: “Podría haberle partido la cabeza, pero no lo hice”

Los Celtics han empezado la temporada disipando dudas y tirando de casta para sacar la primera victoria de la temporada. Es un inicio positivo, a la par que esperanzador para ellos, que hacen olvidar así ligeramente el vearno tumultuoso que han vivido, lleno de polémica y marcado por el escándalo extradeportivo protagonizado por Ime Udoka, fuera del equipo y probablemente de la NBA, no solo por este año, sino para siempre. Fuera el entrenador y cogiendo su relevo de forma interina Joe Mazzulla, el equipo verde ha mantenido su esencia, ha cuajado un duelo inaugural bastante serio y se ha impuesto a un rival de altura como los reforzados Sixers, que quieren asaltar el anillo de forma definitiva.

En un Celtics-Sixers es muy difícil que no salten chispas. Es el duelo más repetido de la historia de los playoffs (109 partidos totales, con 62-47 de récord favorable a los verdes) y se han visto las caras en el pasado más reciente: en 2018 y en 2020, con un parcial total de 8-1 favorable a unos Celtics que no pierden una serie ante sus grandes rivales de la Conferencia Este desde 1982. Una historia muy grande para dos de las franquicias con más historia de la NBA, dos aficiones que saben y entienden de baloncesto y, al mismo tiempo, dos entidades que quieren y pretender recuperar la gloria de tiempos pasados que fueron mejores.

Uno de los alicientes para ver la rivalidad desarrollada por Celtics y Sixers es la existencia de Marcus Smart y la competencia que la totalidad del proyecto verde tiene con Joel Embiid, último reducto de ese famoso Proceso que ya personifica y que realmente es él mismo. Y, cómo no podía ser de otra manera, ambos jugadores fueron protagonistas y la controversia se hizo dueña del partido durante unos minutos. Con 63-63 en el marcador y después de que los Celtics fallaran la primera jugada del tercer cuarto, Smart y Embiid se encararon. El brazo del base se quedó enganchado entre los del pívot, que había reboteadocon acierto... y éste se zafó hasta que se soltó, algo que no sentó bien a un Smart que le hizo la zancadilla a su rival con la mano una vez estaba en el suelo.

Smart, que finalizó con 14 puntos y 7 asistencias, fue sancionado por técnica y ya quiso liarla ante Embiid (26+15+5) en la jugada siguiente, aunque las cosas no llegaron a más. Y el propio base hizo un análisis de la situación bastante curioso, asegurando que ha ganado en madurez: “Podría haberle partido la cabeza, pero no lo hice”, asegura. Grant Williams también ha dado su opinión y ha dicho que la caída de Embiid ha sido propia de la FIFA, acusándole así de flopping. Y Jaylen Brown se ha inclinado, claro, hacia su compañero. En definitiva, una historia más que contar acerca de jugadores que siempre copan portadas por su nivel deportivo, pero también por este tipo de cosas. Y un altercado más. No será el último.

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