NBA | CONFERENCIA ESTE

Knicks y Nets entran en barrena

Mala racha en el peor momento para los dos equipos de Nueva York, que se jugarán con los Heat evitar el séptimo puesto... y el play in.

SARAH STIERAFP

Con el final de la regular season encima, el baloncesto de Nueva York puede decir que ha tenido momentos mejores. En esta misma temporada. Son ocho derrotas seguidas si se apilan las tres de los Knicks y las cinco ya de los Nets. Justo en el peor momento. Los primeros se estrellaron en Orlando (111-106), donde sus mil remontadas no llegaron a ningún sitio. La baja de Jalen Brunson volvió a pesar de forma dramática. Los Nets, por su parte, tenían el partido literalmente ganado contra los Cavaliers (114-116 final), el rival que los ha irritado señalándolos como su cruce favorito en playoffs, con el que tienen tantos vasos comunicantes (Caris LeVert, Jarrett Allen…) y contra el que perdieron el año pasado en una de las dos derrotas en el play in (la otra, a manos de los Hawks) que los dejaron sin playoffs.

Total, que los Cavaliers (47-28) con tres victorias seguidas se establecen ya casi definitivamente como un islote en el Este, la separación entre la realeza (Bucks, Celtics, Sixers) y los demás. Los Knicks les pisaron los talones, se pusieron a su altura… pero se están quedando sin fuelle. Ahora son quintos (42-33) con un partido y medio de ventaja sobre Miami Heat (40-34) y dos sobre los Nets (39-34), que se meten en la zona play in. Entre los tres se barajarán en principio esas posiciones quinta, sexta y séptima. El peor de ellos irá a la repesca. Y el siguiente partido de estos Nets en pésima racha es… contra Miami Heat.

Los Cavs no solo se salvaron por los pelos en Brooklyn sino que también aseguraron (2-1) el duelo directo de la temporada y con ello la ventaja en caso de un empate en la clasificación final que ya no se va a producir. La victoria parecía lejos de su alcance después de un primer tiempo muy igualado. A falta de seis minutos para el final, los Nets ganaban por 10 (104-94) a golpe de triples de Joe Harris (5/8, 15 puntos) y liderazgo de Spencer Dinwiddie (25 y 12 asistencias) y Mikal Bridges (32 y 6 rebotes), que ha llegado a la barrera de los 30 puntos ya ocho veces desde que llegó a Brooklyn como principal pieza de intercambio en la operación Kevin Durant.

Pero los Nets no supieron cerrar la victoria. Entre Donovan Mitchell (31 puntos), LeVert (12) y un Evan Mobley que aparecía por todas partes (26, 16 rebotes, 4 tapones) convirtieron un 112-104 a falta de poco más de dos minutos en un 114-110 que debería haber bastado a 29 segundos del cierre. Pero Mitchell anotó (114-112), Finney-Smith, el secundario de lujo en los Mavs que ha perdido la confianza y la puntería en la Gran Manzana, se hizo un lío ante la presión de los Cavs y perdió la bola; Mitchell fue a la línea de tiros libres, anotó el primero (114-113) y falló, cosa rara, el segundo. El rebote fue de mano en mano y acabó en las de Okoro, el alero de los Cavs cuyo rol siempre ha estado cuestionado por su poco fiable tiro exterior. Esta vez, anotó el triple que dio la victoria a su equipo en el último segundo. Un enorme jarro de agua fría, otro, para los Nets post Durant (y post Kyrie). Y un triunfo trabajado para los Cavs, en los que Ricky Rubio repartió 7 asistencias desde el banquillo.

A los Knicks, al menos, les vino bien la derrota del vecino. Porque dejaron claro en Orlando (31-43 ahora los Magic, muy digna temporada, con muchas buenas noticias) que no están en su mejor momento. Paolo Banchero, que va a por el Rookie del Año pero que no ha estado precisamente brillante en la línea de tres, aseguró el triunfo con un triple y dos tiros libres cuando la cosa se puso 101-97. El italiano de Seattle acabó con 21 puntos, 6 rebotes y 4 asistencias para unos Magic que aprovecharon un apagón de casi seis minutos de los Knicks en el segundo cuarto para pasar de un 30-27 a un 46-27. La ventaja seguía en 19 puntos en el tercer parcial (69-50) antes de un 4-23 que igualó el marcador camino del último cuarto.

A los Knicks les tocó la cara peor de Julius Randle, que anotó 23 puntos y capturó 9 rebotes pero no jugó bien y se mostró muy nervioso, también su compañero Immanuel Quickley, que fue el mejor (25 puntos, 5 rebotes, 7 asistencias) junto a Quentin Grimes (25+5+6). Los de Thibodeau llegaron vivos, de milagro, al final, pero no pudieron dar el zarpazo definitivo porque se llevaron 36 puntos en el último cuarto. Demasiados. Además de Banchero, brillaron para los de Florida Central Franz Wagner, que acabó lesionado pero antes anotó 16 puntos y repartió 6 asistencias, Wendell Carter Jr (16 y 8 rebotes), Cole Anthony (18) y Fultz (10 y 8 asistencias).

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