Ja Morant, una tontería tras otra
El base ha sido suspendido por los Grizzlies tras cargar contra el cuerpo técnico. Una liada más en una lista que empieza a ser demasiado larga.
“Pregúntale al cuerpo técnico. Según ellos, probablemente no debería ni jugar”. En cualquier otro caso estas palabras supondrían un lío más, pero tratándose de Ja Morant la cosa ya cansa. La estrella de los Grizzlies ha protagonizado su enésimo escándalo, pequeño comparado con los demás pero que entra en un saco de excrementos que es demasiado grande desde hace demasiado tiempo. El base ha sido suspendido por su propio equipo por conducta inapropiada y entre bambalinas parece que no contestó de la forma correcta a Tuomas Iisalo, su entrenador. Pero no parece que el jugador conteste demasiado bien a nadie y la entidad de Memphis se está empezando a hartar de él. Por lo que sea.
Morant, que cumplió 26 años en verano, afronta su séptima temporada en la NBA. Una carrera corta en la que le ha dado tiempo a acumular escándalos que dejan sus éxitos individuales enterrados y casi olvidados. Fue Rookie del Año y Jugados Más Mejorado, ha llegado dos veces al All Star y promedió 27,4 puntos en la campaña 2021-22, con 26,2 y más de 8 asistencias al año siguiente. Un jugador explosivo, con un enorme poder vertical y una capacidad atlética envidiable que le hicieron ser comparado con figuras como la de Derrick Rose, pero que no ha progresado como debería haber hecho y ha ido protagonizando líos que han trascendido más allá de su capacidad como jugador.
Una tontería tras otra
Los escándalos no han cesado mientras nadie sabe que pasa por una cabeza tan incomprensible como insoldable. El 3 de marzo de 2023, tras un encuentro ante los Nuggetrs, el base mostró en Instagram un arma de fuego y fue suspendido con ocho encuentros por la NBA, regresando a las pistas el 22 de marzo ante Houston. En playoffs, los Grizzlies perdieron en primera ronda ante los Lakers a pesar de que Morant se fue a 45 puntos en el tercer partido... sin victoria para su equipo. El 3 de 16 en el lanzamiento en el sexto y definitivo demostró que su nivel individual no va en consonancia con lo que su equipo necesita de él. Y su forma de comportarse en pista, con ansias de protagonismo en ataque, ínfulas de grandeza y mucha indolencia en defensa, generaban muchas dudas.
Lo peor, de todas formas, estaba por llegar. Un nuevo escándalo veraniego relacionado con las armas de fuego provocó que la NBA tomara cartas en el asunto de forma menos desmayada y le impusiera una sanción de 25 partidos. Regresó el 19 de diciembre de 2023, ante New Orleans Pelicans, anotando 34 puntos y la canasta ganadora sobre la bocina. Pero tras 9 encuentros, el 8 de enero de 2024, los Grizzlies anuncian que por una lesión en el hombro derecho se verá obligado a pasar por el quirófano, intervención que supondrá su despedida del curso baloncestístico 2023-24, con unos promedios de 25,1 puntos y 8,1 asistencias. De los líos se fue a la maldición de esa otra cara del deporte que siempre amenaza. Y la temporada de los Grizzlies terminó en desastre.
Y, cuando todo parecía mejorar, se fue de nuevo al traste. Morant, que supuestamente también ha tenido (o tiene) problemas con el alcohol, regresó el curso pasado para disputar 50 partidos y dio ligeros síntomas de mejora mientras se alejaba moderadamente de los focos, las armas de fuego y los escándalos. Promedió 23,2 puntos, 4,1 rebotes y 7,3 asistencias, con alguna actuación bastante destacable. Pero, cuando quedaban 9 partidos para el final de la regular season, los Grizzlies despidieron a Taylor Jenkins y ahora se ha sabido que el base no era favorable al entrenador... ni lo es al actual. El equipo superó el play in y se la jugó en playoffs contra unos Thunder que les barrieron sin aparentemente ningún problema. Y el nivel de Morant, que se perdió el último de los partidos, decayó: 18,3 tantos y apenas 5 asistencias, con un 41,5% en tiros de campo y un pobrísimo 25% en triples.
De mal en peor
El problema actual ya no es que Morant monte escándalos, es que encima su nivel deportivo llega a ser más que cuestionable. En la presente temporada ha disputado seis partidos y promedia casi 21 puntos por noche, pero sólo ha convertido 5 triples en 32 intentos (un 15,6%), superando a duras penas el 40% en tiros de campo y apilando 15 pérdidas. En la derrota ante los Lakers se quedó en 3 de 14, con 0 de 6 desde el exterior antes de las explosivas declaraciones que constatan que su figura es un producto tóxico. Los rumores sobre que apenas le quedan unos meses con la camiseta de los Grizzlies se avivan, más aún cuando va a cobrar casi 40 millones este curso y a superar la cifra en los dos siguientes.
Cada vez hay menos motivos para defender lo indefendible. De momento, Morant tiene un partido de sanción que le costará 272.042 dólares, pero probablemente eso sea sólo el principio. Ya hay varios equipos pendientes de la evolución de la situación, pero colocar al problemático base y su contrato en otro lado no será fácil. De momento, sigue siendo jugador de los Grizzlies, pero sus carencias y su falta de progresión permiten pensar que su lugar en un futuro próximo podría estar en otro lado. Eso, y que es un producto que no deja de causar problemas, un personaje que se ha comido a la persona y el protagonista de demasiados escándalos como para pasarlo por alto. Una pena para un jugador con un talento innato, pero dedicado casi por entero al mal. Así sigue Ja Morant, con una tontería tras otra.
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