Mejri: “El Real Madrid es un Dream Team”

Salah Mejri (Jendouba, Túnez, 1986), ve cómo se acerca el final de su carrera. Ahora mismo sin equipo, este 2,18 es un jugador histórico. Primer tunecino y árabe en jugar en el Real Madrid, ganar una Euroliga y llegar a la NBA. No está nada mal para un tipo que no cogió un balón de baloncesto hasta cumplir 18. Los recuerdos se amontonan, como los días felices en Santiago de Compostela o el año perfecto con el Madrid, aquel 2015 en el que lo ganaron todo.

Hace cuatro años que dejó el Real Madrid. ¿Cómo le va?

Después del Real Madrid fui a China, donde jugué unos partidos antes de lesionarme. Después estuve en Túnez un año, en Kuwait un par de años, un par de meses en el Líbano… Y con la selección, claro. Ahora no estoy jugando y no creo que vuelva a jugar más.

Entonces ha pensado ya en la retirada.

Sí, estoy pensando retirarme. A no ser que haya una oportunidad con un equipo de NBA o Euroliga, que no va a pasar (risas).

Ha jugado en siete países, ha conocido distintos tipos de baloncesto, distintas culturas. ¿Considera que ha tenido una buena carrera?

Jugué en casi todos los continentes, África, Europa, Asia y América. ¿Fue una carrera buena? Segurísimo. Para un jugador que ha empezado a jugar a los 18 y nunca había tocado un balón de baloncesto antes, y que ha empezado en un país que no es de baloncesto, creo que hice una buena carrera. Espero que la generación que viene pueda soñar con que todo es posible.

Es el primer jugador de Túnez que ha estado en el Real Madrid y en la NBA.

Sí, soy el primer árabe que gana la Euroliga y el primero que ha nacido y crecido en un país árabe que juega en la NBA. Hacer ese camino es muy complicado, es el sueño de todo el mundo.

A España llegó con el Obradoiro. El año pasado los aficionados le incluyeron en el equipo ideal de la historia del club. ¿Qué recuerdos tienes de ese año en Santiago?

Puede ser el mejor año de mi vida. Jugué muy bien, fuimos un buen equipo. Tengo muy buena relación con la gente de allí, sigo hablando con ellos. Gané el premio revelación de la Liga Endesa y llegamos a playoff por primera vez. Fue un año muy especial para mí y estoy encantado de que me eligiesen entre los 12 mejores del Obradoiro.

Se habla mucho de la diferencia entre el baloncesto europeo y el de Estados Unidos. ¿Usted qué opina?

Creo que es más difícil anotar aquí. Allí son 82 partidos, sin contar los playoffs, y la gente no juega todos los días al 100%. Juegan al 100% durante los playoffs, eso seguro. Y también hay otras cosas, como el espacio. La línea de tres está más lejos y tienes más espacio para anotar y para todo. Otra cosa que no existe en FIBA son los tres segundos para el defensor. Tú pones a un protector del aro como yo, o como Tavares, debajo del aro, ¿quién va a entrar ahí? Es muy difícil anotar. Y en la NBA el juego es más de meter ya. Cuando tienes un tiro, tíralo. Aquí no, aquí tienes que jugar un poco más. El ritmo europeo es el baloncesto verdadero para muchos entrenadores. Si hablas con ellos te dicen que les gusta más el baloncesto europeo, porque en la NBA es run&gun (corre y dispara). También juegan más tiempo, 12 minutos en lugar de 10 cada cuarto. Seguro que es más fácil anotar en la NBA, no digo jugar, pero anotar segurísimo.

En su primera etapa en el Madrid, antes de marcharse a la NBA, es cuando debuta Luka Doncic con el primer equipo. ¿En aquel vestuario ya hablaban de ese chico y de hasta dónde podría llegar?

Pensar que iba a estar como está ahora no creo que nadie lo pensara. El chico está haciendo cosas de locura, cada partido hay algo nuevo. Contra los mejores jugadores del mundo. Pero sí estoy seguro de que mucha gente sabía que era un tipo especial. Lo vimos una vez en Canarias, en la Minicopa Endesa, y metía 40 puntos muy fácil. Por eso Pablo Laso le quería con nosotros. Se nos lesionó un jugador, no recuerdo si el Chacho o Llull, y vino a jugar con nosotros en el playoff contra el Valencia. En La Fonteta, uno de los sitios más complicados para jugar. Van dos a por él, se cae al suelo, sigue botando, se levanta, se va y mete un triple. En playoff, en Valencia, que juegan duro. Sabíamos que era especial, pero no que iba a llegar hasta aquí. Al menos yo no.

Usted se va a Dallas en 2015 y él llega en 2018. ¿En el año que coinciden en los Mavs qué es lo que más le llama la atención de aquel chaval que llevaba tres años sin ver?

Él seguía siendo un chico muy humilde, muy bueno. Era un niño de 19 años. Yo a los 19 no sabía cómo botar el balón (risas). El chico venía de ser el mejor jugador en Europa, tercero en el draft, todo eso. Nada había cambiado en su personalidad, pero sí había cambiado mucho en su juego. La gente dice que no es un jugador atlético, que no tiene buena movilidad, pero no para de meter 40 puntos. Imagínate si llega a ser un jugador atlético lo que podría pasar.

Formó parte del Real Madrid que lo ganó todo en 2015. ¿Cree que el Madrid de este año puede hacer lo mismo?

Yo siempre tengo confianza en el Real Madrid y creo que cada jugador que se pone esta camiseta va a estar el 10% o el 20% por encima de su nivel. Es así, es el Real Madrid. Creo que tienen un equipo muy muy bueno, completo. Tienes jugadores en todas las posiciones. Tavares y Poirier podrían ser el primer pívot en cualquier equipo de Europa. Facundo es muy buen fichaje. Tienen experiencia. Es un Dream Team.

¿Cree que a Doncic le gustaría acabar su carrera en el Real Madrid?

Te voy a contar una cosa un poco graciosa. Luka odia perder. Cuando llegó a Dallas, como estábamos en una fase de cambiar el equipo después de la época de Nowitzki, cada vez que perdíamos me decía: “Quiero volver al Real Madrid ya. Allí ganamos todos los días y aquí perdemos todos los días”. Yo sé que le gusta mucho Madrid, que le gusta mucho el Real Madrid y tiene mucho cariño hacia este club y creo que algún día volverá.

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