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NBA | PRETEMPORADA

El Madrid gana de nuevo a la NBA

Campazzo, Yabusele y Poirier le dan la victoria a los blancos ante Dallas Mavericks con un final pletórico. El base, 9 puntos en el último minuto y medio. Gran homenaje a un Doncic lesionado.

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El Madrid gana de nuevo a la NBA

No dividan este partido por cuartos porque se equivocarían. Hubo un prolegómeno fantástico de homenaje a Luka Doncic, a continuación, sus cinco minutos en cancha, luego 37 de ritmo alto y plano a la vez, donde Dallas Mavericks se mostró superior, y seis minutos finales de competitividad europea, la del Real Madrid, que vio la ocasión de ganar a la NBA, a un equipo sin sus referentes, y la aprovechó. Lo hizo Facundo Campazzo con 14 puntos en los últimos cinco minutos, 9 en los 89 segundos finales que obraban la remontada y el triunfo (127-123). Antes de abrazar la conquista, Yabusele (8 tantos en el tramo crítico) había igualado a 118. El Madrid pasaba de caer 101-112 a vencer 127-120 con un triple definitivo del Facu, que miraba caído en el suelo al banquillo texano, quizá a Jason Kidd, que no apostó por él hace un año, aunque luego se dieron un abrazo. Tercera victoria blanca frente a un adversario NBA en su noveno desafío desde 1988, en 35 años. En este siglo habían caído los Raptors (2007) y los Thunder (2016), y ahora los Mavericks. Sergio Llull, como en los dos éxitos precedentes, lució (19 puntos), Rudy también, y Campazzo (20 y 8 asistencias), Yabusele (18 y 9 rebotes) y Porier (19+10 y 6 tapones) estiraron el pecho bajo la meta de manera imponente.

RESUMEN

127 - Real Madrid (38+27+25+37): Campazzo (20 y 8 asistencias), Llull (19), Musa (8 y 5 asistencias), Yabusele (18 y 9 rebotes), Tavares (8 y 7 rebotes) —cinco inicial—, Causeur (7), Abalde (0 y 2 recuperaciones), Rudy Fernández (14), Sergio Rodríguez (6 y 6 asistencias), Poirier (19; 10 rebotes y 6 tapones), Hugo González (0), Ismaila Diagne (3), Ndiaye (0) y Hezonja (5).

123 - Dallas Mavericks (37+34+28+24): Doncic (9), Exum (13 y 9 asistencias), Grant Williams (8 y 9 rebotes), Derrick Jones (8), Lively (6 y 2 tapones) —cinco inicial—, Hardaway Jr. (21), Powell (13), Green (9), Curry (13), Kleber (0), Hardy (9), Maxence-Prosper (5), Lawson (4), Dennis (2), Walker (3), Holmes (0) y Wieskamp (0).

Árbitros: Sean Wright, Kevin Cutler y Ashley Moyer-Gleich. Sin eliminados.

Incidencias: Encuentro amistoso disputado en el WiZink Center de Madrid ante 12.763 espectadores. En la previa se guardó un minuto de silencio por el fallecimiento del directivo del club blanco Raúl Ronda Ortiz y de la madre del jugador Eli John Ndiaye.

La noche comenzó antes del salto inicial con Doncic homenajeado muy de corazón por sus excompañeros y la afición, por el Madrid, en un WiZink Center repleto, deseoso de ver a la estrella NBA en acción cinco años y casi cuatro meses después de su adiós al club blanco. En primera fila, todos los grandes dirigentes europeos, de Garbajosa a Bodiroga pasando por Antonio Martín (y Víctor Francos, presidente del CSD). Florentino Pérez, previamente, le había enseñado el Bernabéu a Mark Tatum, el segundo de Adam Silver al frente de la NBA, dejando la puerta abierta a disputar un próximo partido allí.

Y a pie de pista también, exjugadores merengues con la camiseta que lucieron en su día y su dorsal. Felipe Reyes, Randolph, Thompkins, Velickovic y Mejri. Ellos y la actual plantilla se hicieron una foto con Doncic al final del primer cuarto con una réplica, hecha para la ocasión, del trofeo de la Euroliga de 2018 en su tamaño original, un obsequio que el esloveno recibió cual tesoro y como tal viajará a Dallas. “Cómo no te voy a querer…”, le cantaba la grada. Tan emotivo todo que Doncic no debería haber jugado porque estaba lesionado. Una distensión en el gemelo de la pierna izquierda. Jason Kidd prefería reservarlo, pero el all star no podía faltar a la cita, así que negoció personalmente su presencia de inicio, no más de cinco minutos era el acuerdo. Y actuó 4:53 cronómetro en mano, aunque la estadística le añada seis segundos más.

Los jugadores de la actual plantilla y algunos históricos con Luka Doncic,  que posa con la réplica del trofeo de la Euroliga de 2018, y Florentino Pérez al acabar el primer cuarto.
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Los jugadores de la actual plantilla y algunos históricos con Luka Doncic, que posa con la réplica del trofeo de la Euroliga de 2018, y Florentino Pérez al acabar el primer cuarto.REALMADRID.COMREAL MADRID

La arrancada fue lo más emocional de la noche, pura celebración, aunque nada que ver con la competitividad de un verdadero partido. Pique entre risas con Llull, con tres triples seguidos del menorquín, el último desde más de diez metros, y luego Rudy dentro, a cancha, para medirse cara a cara con su amigo. Y sí, Luka lo llevó al poste, donde le repite que no le puede parar. Tampoco esta vez, aunque fallara el tiro. En el momento de la sustitución, 9 puntos del agasajado (3 de 5 en triples) y una asistencia. Sin Doncic y, recordamos, sin Kyrie Irving, igualmente con un problema físico, oportunidad para que el fondo de armario de los Mavericks se aireara. Y para ver al interesante center Dereck Lively, un novato de 2,16 m y solo 19 años que puede ayudar a los de Kidd donde peor andan, en la pintura, y que apunta a titular. Se cargó de faltas pronto. El más destacado era Tim Hardaway Jr. con 18 puntos al descanso: 65-71 después de un parcial visitante de 7-20. La entrada del hermano de Curry, de Seth, tuvo que ver en el despegue de Dallas.

En la reanudación, pocos cambios, el duelo mantenía un ritmo alto, carreras y tiros rápidos. Plano pese al aluvión de puntos y, en ese escenario, los de la Gran Liga se sentían cómodos. Tavares había vuelto tras perderse cuatro partidos por una infección respiratoria que le dio un buen susto. Lejos aún de su mejor versión, pero listo para el jueves contra el Efes en la Euroliga. Es posible que también Deck, que lo vio desde la esquina del banquillo sin participar. Una bandeja de Josh Green amenazaba ruptura (85-98) a menos de dos minutos para que concluyera el tercer cuarto, que lo hizo con un 90-99. Aplausos para todos, menos para Dante Exum, que recibió algún silbido, protagonista de la pelea en el playoff con el Partizán, al que Yabusele le hizo una llave y lanzó al suelo. Al australiano se le vio hablando en el inicio del choque con Campazzo, con el que vivió hace unos meses la rivalidad de los dos clubes de Belgrado.

La embestida final descabalga a los Mavs

La velocidad de ejecución de los jugadores NBA anda a otro nivel, y más en un duelo a campo abierto. El pulso viajaba así hacia un final sin tensión (90-102), pero unos buenos minutos blancos con Poirier participando en todas las acciones, taponando (6 veces) y finalizando con alley-oops estrecharon la distancia: 98-104 y… más rotación. Dallas pegó otro estirón (101-112 a 5:43 de la bocina); el Madrid no se soltaba, la táctica del conejo, agazapado hasta el momento oportuno. Chus Mateo puso a uno de sus mejores quintetos y el partido, la competición, empezó justo entonces. Se notó demasiado que en los Mavs no estaban ni sus figuras ni sus principales y que el Madrid ansiaba ganar, aprovechar otra oportunidad en esta batalla de los mundos. Y se notó que Campazzo quería rematar. Como Yabusele. Y lo hicieron con Poirier de coloso en la pintura con un parcial de 26-8 en ese medio cuarto. La tercera victoria madridista ante un rival NBA había caído, de golpe y sin esperarla, con Doncic de espectador impotente. Feliz, también, el foco principal fue su homenaje. Leyenda blanca.

Facundo Campazzo trata de superar al joven pívot de los Mavs Dereck Lively.
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Facundo Campazzo trata de superar al joven pívot de los Mavs Dereck Lively.JAVIER SORIANOAFP

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