Donovan Mitchell termina la reconstrucción en Cleveland
El que fuera jugador de los Utah Jazz llega en el mejor momento posible para la franquicia de Ohio. Es su hora de competir en el Este.
La llegada de Donovan Mitchell a Cleveland no ha podido producirse en mejor momento. Los Cavs, una de las grandes sorpresas de la pasada temporada, han dado un salto de nivel este pasado verano. El exjugador de los Jazz es la estrella perfecta que necesitaba el grupo de jóvenes para volver a poner a la franquicia en el mapa.
Cinco campañas después de la marcha de LeBron de Ohio, los Cavaliers vuelven a ser uno de los nombres principales en el Este. La sinergia que ha creado J.B. Bickerstaff en el vestuario estos últimos tres años se ve reflejada en la pista. Los resultados acompañan a las expectativas y, más importante, a la reconstrucción.
Bien es cierto que Cleveland pasa de ganar 22 partidos en la temporada 2020/21 a conseguir el doble, 44, la campaña siguiente. El nuevo proyecto que comenzó a crear Koby Altman, presidente de operaciones de los Cavs, tras la marcha de la estrella de 37 años a Los Ángeles, dio pasos de gigante en cuestión de meses. Desde febrero de 2022, Mike Gansey ha tomado el relevo como mánager general.
La llegada de un jugador dominante en la pintura como Evan Mobley en el draft, sumada al aumento de nivel e importancia de Darius Garland y Jarrett Allen, quienes fueron seleccionados para el All-Star el pasado año, son las claves para que Cleveland esté en una posición donde no esperaba estar hasta dentro de varias temporadas.
Aún así, faltaba un líder, alguien que estuviese en la cima de la Liga, para liderar uno de los mejores núcleos jóvenes de la competición. Y entonces se produjo el movimiento que nadie esperaba. Donovan Mitchell, con las maletas prácticamente hechas rumbo hacia Nueva York, llega a Cleveland.
El que fuera escolta estrella de los Jazz, con un pie y medio fuera de la franquicia de Salt Lake durante semanas, tenía nuevos planes. La Gran Manzana se convertía en The Q y, con ello, un mejor e inesperado cambio de aires a nivel individual.
El dúo que puede formar con Garland en el backcourt de los Cavs, además de las certezas que aportará en momentos cruciales de los encuentros, hacen de este un movimiento superlativo, de declaración de intenciones a los colosos del Este.
Tan solo tuvieron que desprenderse de Collin Sexton, que no participó en toda la pasada campaña por una lesión en la rodilla que le dejó fuera varios meses, y de un Lauri Markkanen que venía de hacer un Eurobasket para el recuerdo.
En los primeros partidos de la temporada, donde ha tenido un protagonismo mayúsculo debido a la baja de Garland, ha tenido que compartir balón con un LeVert que parece otro con respecto a la temporada pasada. Esto ha hecho que su influencia en la dirección de juego haya aumentado, pasando de promediar cinco a siete asistencias por encuentro en este inicio.
En el apartado anotador está más cómodo que nunca. Tener a Mobley y Allen en los bloqueos le permite sacar tiros sin problema desde la media distancia, una de sus especialidades, además de poder ir hacia el aro sin problema alguno.
Uno de los mejores jugadores ofensivos de la competición del último lustro, en el entorno perfecto. La voz de la experiencia con tan solo 26 años para uno de los núcleos jóvenes más prometedores del baloncesto americano.
Más de 30 puntos por partido le atesoran como la punta de lanza de unos Cavs que necesitaban un líder. Mitchell no ha llegado para ser uno más, ha llegado para terminar la reconstrucción en Cleveland.