NBA | MAVERICKS 103 - CLIPPERS 101

Doncic arregla el problema ante los Clippers con otro tiro mágico

Victoria ajustada de los Mavericks en un final agónico ante los Clippers. Decidió un tiro, cómo no, de Doncic y el ímpetu de más de Covington.

Kevin JairajUSA TODAY Sports

En el momento en el que los Mavericks pierden la brújula tienen que usar técnicas sensoriales para encontrarse. No hay más ayudas que las de la intuición. La respuesta, como a muchas de sus preguntas, se llama Luka Doncic. Los texanos se metieron en un problema durante la segunda parte de su enfrentamiento contra los Clippers habiendo dominado la primera y se vieron en un final agónico en el que su candidato a MVP de la NBA sacó todo su conocimiento, tiró a canasta y resolvió. No es que no lo hayamos visto ya varias veces en los cuatro años que lleva en Estados Unidos y no es nos cansemos de verlo, simplemente es una constante que se mantiene inalterable: el balón, cuando quema, se le pasa al esloveno que viste el ‘77′. Los angelinos tuvieron una última oportunidad para empatar y forzar la prórroga, la cual fallaron porque ahí no hay un capitán de barco con el olfato que tiene Doncic para navegar esas aguas. No hubo back-to-back completamente alegre para los de Tyronn Lue, que cayeron 103-101 en el American Airlines Center.

No sería porque los Clippers no llegaban preparados. Habían reservado efectivos concienzudamente en la gran victoria de la noche anterior en Houston para llegar a tope a este compromiso, aunque sin el lesionado Kawhi Leonard, y habiendo engrasado la máquina estas últimas semanas. La respuesta no fue la esperada en un principio y tuvieron que esperar a que los Mavericks fueran cometiendo pequeños errores para entrar, poco a poco, en un partido que se les complicó. Los errores fueron primero pequeños y luego grandes, dando como resultado que los locales tiraran a la basura una ventaja de hasta 25 puntos por el camino y se vieran abocados a un desenlace con demasiadas pulsaciones. Después de mucho sufrir los de Texas consiguieron la octava victoria del curso, y siete de ellas son en su pabellón, y se equiparan en el casillero de verdes con el contrincante que tenían este martes, con el que mantienen una rivalidad bastante intensa desde hace un par de años. Aún con el aliento contenido se ven también como líderes de división después de la derrota de los Grizzlies al visitar la pista de los Pelicans.

Doncic, con 35 puntos, 11 rebotes, 5 asistencias y 3 robos, lideró a los suyos con un 50% de acierto (11/22). Al equipo, sin embargo, le faltó de eso para tener menos apreturas, sobre todo en los lanzamientos desde dentro del perímetro. Finney-Smith fue su mejor compañero, con 21 puntos y hasta siete triples encestados. Y apareció un Wood con presencia, aportando 15 puntos, aunque con sus carencias en defensa. Paul George (23) fue el que más anotó en los Clippers pero perdió diez veces el balón, mucho mejor cuidado por las manos de Wall (17). Batum (22) no erró ningún tiro en juego de los siete que intentó, siendo buen escudero del titular Morris (18).

El conjunto visitante se embarcó en la misión de remontar tanta diferencia en el tercer cuarto. Allí dejó a los Mavericks en quince puntos y vio que era posible llegar a los momentos de definición con varias balas en el tambor. Su mayor acierto en menos posesiones les daba la sensación de poder pese a ir aún por debajo. Cuando se iba a llegar a los últimos tres minutos de la cita los Clippers ya iban tres por encima. Fue ése el momento de ver la ofensiva de los de Kidd en su máximo esplendor: qué jugadas de pase, buscando al hombre interior para sacarla de nuevo y tener a alguien libre por fuera para lanzar el triple. Con el primero empató Dorian y con los dos siguientes, ambos de un Bullock que esperó a ese momento para salir a la luz se le volvía a complicar a los angelinos. Un tiro de tres de Batum y una canasta con contacto de George les dejaba a uno pisando el último minuto. Era el momento de ver la magia. Se intentó otra acción de asociación en Dallas y el balón quedó suelto, por error en el pase, en la parte frontal y dirigiéndose a la banda, donde esperaban Dinwiddie y Doncic, actuando el esloveno por ese voraz instinto y asumiendo el tiro sin casi mirar al aro, sin casi balón en el campo y con la mano del defensor impidiendo la buena visibilidad. Entró. También lo hizo un libre de Bullock y la posibilidad de prórroga se ponía en 103. Hasta ahí estuvieron a punto de llegar, otra vez desde atrás, los Clippers. En una tanda desde la personal Batum tiró a fallar, lo hizo y el balón le quedó dispuesto a Covington para una bandeja sencilla, pero lo que ocurre tantas veces se hizo presente una más: el jugador estaba ya pensando en meter cuando ni siquiera tenía el esférico en sus manos, de las que resbaló cuando las tocó. Por tacto el que tiene las de ganar es Doncic.

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