LOS ANGELES CLIPPERS

Clippers: de ser el otro equipo de la ciudad a candidato al título

Los Clippers, uno de los mejores equipos de la NBA, viven un gran momento y luchan por su primer anillo tras un inicio con muchas dudas.

Jayne Kamin-OnceaUSA TODAY Sports via Reuters Con

“No hay mejor momento para matar que cuando ya te dan por muerto”. Esa frase es la perfecta para explicar la situación que viven los Clippers esta temporada. El equipo de los Ángeles ha estado siempre a la sombra del otro equipo de la ciudad, no es fácil llegar a la NBA y que tu máximo rival lleve siete campeonatos. Podría justificarse la diferencia en las vitrinas debido a que entró después a la NBA (en 1978), pero el caso es que la distancia ha ido aumentado hasta los 17 anillos. Y es que los Clippers solamente han conseguido vencer en dos ocasiones la División Pacífico, en las temporadas 2013 y 2014, coincidiendo con los años finales de los Lakers de Kobe.

Vivir a la sombra del equipo de tu ciudad no es lo único que han tenido que vivir los seguidores de la franquicia. Después de esos años con Chris Paul, Griffin y DeAndre Jordan, decidieron hacer un reset del proyecto para empezar la reconstrucción, draftear a un joven canadiense que no destacaba mucho en una clase del draft con Doncic y Trae Young. Seis años más tarde, ese jugador venció al equipo estadounidense en el tercer y cuarto puesto del Mundial, y en las últimas actualizaciones del MVP ocupa la tercer posición, después de los dos últimos ganadores del premio. Shai Gilgeous-Alexander pasó sin pena ni gloria por la franquicia hasta que decidieron hacer una apuesta por juntar a Kawhi, que acababa de ganar un anillo para Toronto, con un Paul George que no triunfó en su proyecto fuera de Indiana.

La dupla parecía evocada a llevar lejos al equipo. En su primera temporada sudaron para eliminar a unos Mavericks con Doncic, alguien que desde entonces se ha convertido en enemigo público en el Crypto, y parecía que se cruzarían con los Lakers de LeBron en las finales de Conferencia, pero la maldición de Doc Rivers hizo efecto. El entrenador al que han remontado más veces en series de playoffs en la historia de la Liga: del 3-1 a perder en el séptimo partido frente a los Nuggets. Comenzaría la travesía en las siguientes temporadas con las lesiones de Kawhi, que disputó 52 partidos entre la 2020-21 y la 2022-23, con un año parado por lesión. La otra pata de esa mesa tampoco se libró de las lesiones, la temporada pasada fue la que más partidos disputó con 56.

Se decidió hacer movimientos en el mercado para adquirir a un Westbrook venido a menos durante su etapa en Lakers, el ocaso del jugador que en 2017 consiguió el MVP promediando triple-doble. Un jugador desechado por las franquicias que ya no creían que pudiera volver a su nivel, pero los Clippers le asignaron un nuevo rol de referente vocal, rol que ni Kawhi Leonard ni Paul George han querido nunca.

Las lesiones frenaron de nuevo al equipo que se encontró con unos Suns a los que únicamente ganaron el primer partido; después fueron incapaces de doblegarles. Ese 4-1 dolió mucho a la franquicia, que decidió que necesitaba un jugador capaz de organizar el ataque y que liberara de responsabilidades a sus estrellas: el elegido no fue otro que Harden. Un nuevo caso de jugador que ya tuvo sus mejores años, señalado tras sus salidas de Brooklyn y Houston, y sobre todo por su séptimo partido frente a Boston, donde echó por tierra el esfuerzo hecho en el primer partido y en el tercero donde llevó a los Sixers a adelantarse en la eliminatoria.

El comienzo no fue fácil; las críticas le llovieron a un equipo lleno de estrellas y con ausencia de jugadores de rol. Westbrook decidió dar un paso al lado y asumió los galones en la segunda unidad. Esto cimentó al que desde el mes de diciembre es el mejor equipo de la NBA. Ha ganado a los actuales campeones, Denver, a los Thunder, el equipo sorpresa de la temporada y la pasada semana dio el golpe en la mesa definitivo: paliza en el Garden a los favoritos al títulos. Los Celtics fueron incapaces de reaccionar a la gran primera parte del equipo. El último frente a los Heat, durante su gira fuera del Crypto, certifica una candidatura a romper la sequía que arrastra la franquicia.

Harden ha encajado en ese rol de repartir 10 asistencias y tener sus tiros, Kawhi consiguió recientemente su segundo triple doble en toda la historia y Paul George va por rachas. Mientras, la aparición de jugadores de rol como Powell, Mann, Hyland o los interiores Theis y el lesionado Zubac, han llevado a la racha de 25-5 y a meterse en la pelea por el primer puesto de Conferencia, a dos victorias de Minnesota y Oklahoma. A día de hoy son el mejor ataque, primeros en FG% y TS%, y solo por detrás de Boston en NetRtg.

El encaje de las cuatro estrellas es perfecto, la buena dinámica puede explicarse hablando de Tyronn Lue, el entrenador del equipo es el perfecto para asignar los roles en este tipo de plantillas. Fue clave en el anillo que consiguió LeBron con los Cavaliers en 2016, sabiendo gestionar a James junto a Irving y Love. El tiempo está dando la razón a los que han mantenido paciencia con este proyecto, todavía parece que la plantilla no está cerrada y podrían moverse en el final de mercado. PJ Tucker, que no ha contado con minutos desde que llegó en el movimiento de Harden, podría hacer hueco a algún jugador en la rotación.

Mientras que al otro lado de la ciudad siguen las dudas de si serán capaces de remontar la mala situación o sobre qué jugador deberá llegar, los Clippers, sin hacer mucho ruido, siguen ganando y pensando en el futuro. La renovación de Kawhi fue la primera piedra de cara al futuro, las renovaciones de Paul George y Harden podrían llegar en verano, mientras ya han conseguido obtener la celebración del All Star 2026 y comenzar con el nuevo proyecto de pabellón. Veremos si en lo alto de ese pabellón se encuentra el título de la NBA o si, por el contrario, la franquicia seguirá en la lista negra de equipos con 0 títulos en la NBA.

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