PORTLAND TRAIL BLAZERS

Damian Lillard aumenta la presión

El base habla claro sobre su situación en entrevista con Stephen A. Smith: “Si no hacemos un equipo competitivo, habrá decisiones que tomar”.

USA TODAY Sports

Los Trail Blazers necesitan una identidad. Durante años, esta ha sido (la identidad, la cultura, la propia franquicia finalmente) Damian Lillard y esa relación de fidelidad con una estrella verdaderamente comprometida con la causa. Eso es tan cierto como que los resultados no llegan (la final de Conferencia de 2019 sigue como techo) y Lillard cumplirá en julio 33 años y tiene contrato (con player option la última temporada) hasta 2027. Las cantidades marean: este curso ha cobrado 42,3 millones y para los cuatro próximos tiene garantizados 216.

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Los Blazers acabaron tirando la temporada (33-49 final) para, a falta de compensación mejor, tener al menos mejores opciones en el draft 2023. Un premio pírrico desde el lado de Lillard, que promedió 32,2 puntos y 7,3 asistencias en lo que acabó siendo una de sus peores temporadas en lo colectivo. En lo competitivo. Su equipo sigue tocando piezas sin dar con la forma de poner a su alrededor el roster que complemente de la mejor manera a una estrella que está dando pasos hacia lo que podría acabar siendo un divorcio inimaginable hace un par de temporadas. Antes de que su equipo optara porque no jugara más para perder más partidos en la recta final del curso, Lillard dejó claro que no le gustaba esa opción. En su entrevista de final de curso, aseguró que ya no tiene “paciencia para reconstrucciones” y para ver a su lado “a jugadores a dos o tres años de poder competir de verdad”. Ahora, en charla con Stephen A. Smith ha sido todavía más claro:

“No es una amenaza. No voy a decir que se trata de un ultimátum. Solo digo que si hay cosas que no podemos hacer, si no podemos hacer cosas importantes como tener un equipo competitivo y que esté preparado para rendir en playoffs, no va a haber forma de que podamos competir a ese nivel. Y en ese caso, no solo tendré que tomar una decisión yo: también tendrá que hacerlo la franquicia. Porque llegará el punto en el que será cuestión de si quieren lograr algo o rejuvenecer el equipo. Estamos en el punto en el que lo que queremos todos es ganar”.

La sensación es que el tiempo se agota en la relación Lillard-Blazers. Las informaciones apuntan a que un pick de draft, que debería ser alto, será traspasado en busca de una estrella que acompañe a Lillard. Salvo que caiga, claro, el número 1 que valdría la selección de Victor Wembanyama. Algunas voces en el entorno del equipo creen que ese movimiento sería un error, y que es la hora de afrontar una reconstrucción inevitable y terminar de la mejor manera posible la relación con Lillard y construir en torno a Anfernee Simons (23 años), Shaedon Sharpe (19) y ese pick de la próxima primera ronda.

Y, como siempre cuando una estrella apunta a cambio de aires, ya hay un primer candidato a hacerse con ella: Miami Heat está en boca de todos los periodistas especializados. Pat Riley busca el golpe de efecto que no ha alcanzado en los últimos mercados. Pero si Lillard realmente irrumpe en el mercado, la lista de pretendientes será larga, claro. Pese a su edad y su contrato. Es una cuestión de talento.

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