Crowder explica su baja en los Suns y en el equipo se pide su vuelta
Los Suns continúan sufriendo en el Oeste y todo puede cambiar en el mercado. Jae Crowder alza la voz desde su exilio voluntario.
La situación en los Suns está abierto en términos de mercado. El equipo que maravilló durante los dos últimos años puede haber tocado techo. El subcampeón de 2021 se metió en 2022 en un agujero durante los playoffs que todavía le cuesta la vida. Y, después de un buen inicio de temporada, ha bajado sus prestaciones por las bajas prolongadas de Devin Booker y Chris Paul, la operación de Cam Johnson y la falta de pasos adelante de los demás miembros de la plantilla.
Mientras el equipo arde y se buscan respuestas en el entrenador, jugadores, directiva y demás entes, hay un miembro del equipo que lo ve desde fuera: Jae Crowder.
La franquicia informó en verano al veterano alero de 32 años que querían traspasarle. En respuesta a ello el jugador abandonó la disciplina habitual y se salió de la rueda hasta que se hallara una solución: o su reincorporación al juego o una salida a otro conjunto. Nada de ello se ha resuelto y ahora se recurre a él, al menos como recuerdo, ante la falta de soluciones en los partidos. Chris Haynes ha hablado con él para Bleacher Report sobre el estado en el que se encuentra.
“He hablado con cada jugador con el que he convivido en ese equipo y todos me han transmitido lo mucho que me echan de menos pese a que respetan mi decisión. Y estoy agradecido por su entendimiento. Este movimiento de sacarme por la puerta fue un golpe por sorpresa no sólo a mí sino a mis compañeros, como se puede comprobar al hablar con ellos”
“Continuaré preparándome diariamente para pelear y seguir siendo un líder dentro y fuera de la pista y en el vestuario. Tengo gratitud por mis compañeros, que apreciaron mi trabajo. Estoy aún confuso y dolido con los entrenadores, que no apreciaron tanto las cosas que aportaba al equipo y a la franquicia. Y no tiene nada que ver con diferencias contractuales o financieras”
Por las palabras de Mikal Bridges, que comparte puesto con él, que se añaden en esa información, en los Suns no se está de acuerdo con todo lo que ha provocado su salida del equipo -de momento de manera momentánea- y se entiende la postura de Jae Crowder:
“Es uno de nuestros líderes. Le escribí hace no mucho para decirle lo mucho que le echo de menos. Es mi hombre. Pero esto es lo que pasa en la NBA. Sé que él quiere estar aquí, pero así es a veces esta liga. Es mi quinto año aquí y entiendo cómo puede ser. A veces tienes que protegerte. Nos gustaría tenerle”
Problemas
Desde aquella eliminatoria con los Mavericks todo ha ido cuesta abajo. Las tres lesiones arriba mencionadas no han ayudado, claro, pero hay más para entender el desaguisado en el que se han metido los Suns. Se dice en los foros de Phoenix que la dureza con la que Chris Paul trató a sus compañeros en la serie con los Pelicans, la anterior a su eliminación, acabó minando la moral de todos y haciendo que miraran para otro lado cuando Doncic y sus chicos fueron a una cruenta batalla contra ellos. La extrañísima sensación que ha dejado el renovado contrato de DeAndre Ayton (con el equipo rechazando renovarle por el máximo siendo un número uno, después recibiendo la oferta cualificada de los Pacers porque era agente libre restringido, viéndose casi forzados a igualar los 133 millones, las declaraciones del jugador en las que dejaba ver que no se hablaba con Monty Williams...) es otro motor averiado. El colmo ha sido tener a uno de los jugadores con más callo de la NBA sentado en el sofá de su casa por un órdago. Y, mientras, el proceso de venta de los Suns y las Mercury está a punto de completarse por un grupo liderado por Matt Ishbia por 4.000 millones de dólares. En cancha sobreviven con jugadores secundarios como Damion Lee, Josh Okogie, Dario Saric o Torrey Craig, muy secundarios como Duane Washington, Jock Landale, Ishmail Wainright o Saben Lee y lo que aportan -no como deberían- Shamet o Payne junto a Ayton o Bridges.