MUNDIAL 2023

Doncic, más solo que nunca

Sin Goran Dragic, retirado de la selección, ni Cancar, lesionado de gravedad, Eslovenia depende al 100% del ‘Wonderboy’, que después de irse del Eurobasket del año pasado por la puerta de atrás no ha querido dejar en la estacada a su país.

GEORGIA PANAGOPOULOUEFE

“He defraudado a mi equipo y a mi país; los he dejado caer”. Así se marchó Luka Doncic de Berlín después de que, contra todo pronóstico, Polonia la eliminase del Eurobasket el año pasado. A Doncic, que se había lastimado un tobillo jugándose unos euros con Muric después del entrenamiento previo al partido de cuartos de final en el Mercedes-Benz Arena, no se le vio en la mejor condición durante el torneo. “Me tuvieron que infiltrar en el tercer cuarto”, admitió después de la eliminación. Los mentideros hablaron de una selección que empezaba a desmembrarse y que cerraba un ciclo de cinco años que se había iniciado a lo grande, con la revolución verde de 2017, el oro en el Eurobasket, pero que se cerraba sin Mundial (Doncic no acudió a la cita de China en 2019 porque Eslovenia quedó fuera en las Ventanas), sin metal olímpico en Tokio, y con la eliminación contra Polonia cuando aún defendían título.

Durante meses, se especuló con la ausencia de Doncic en el Mundial. Su mejor socio, Goran Dragic, 37 años, confirmó su ausencia en la cita. “Me quedaré en casa; he jugado 16 años para mi país y es suficiente”. La pareja que puso patas arriba Estambul con aquellos memorables partidos ante Letonia, España y Serbia en el Eurobasket de 2017, rota para siempre. Y Doncic, ¿más solo que nunca? Pero Luka no ha querido dejar en la estacada a su país y pese a que no tiene ninguna garantía de éxito en la cita mundialista, se ha puesto al frente de la manifestación y estará en Japón, donde los eslovenos jugarán las dos primeras fases; y quién sabe si luego en Filipinas.

Su guardia pretoriana no le quiere abandonar. Jaka Blazic (33 años), Zoran Dragic (34), Prepelic (30) están en la convocatoria. Pero el mejor escudero que le quedaba, Vlatko Cancar, reciente campeón de la NBA con los Nuggets de Jokic, sufrió un desgarro en el ligamento interior de su rodilla izquierda en un amistoso contra Grecia jugado hace menos de una semana. Una baja sensibilísima para Sekulic, que tenía un plan B en el ex jugador del Burgos y ahora se queda descubierto.

Eslovenia también echa de menos los tiempos de Randolph como naturalizado. Con su muñeca izquierda y desde la esquina, martilleaba aros rivales y fue pieza clave en el Eurobasket de 2017. Ahora, Alexander Sekulic ha puesto en marcha un casting y debe decidir entre Mike Tobey, el naturalizado que ha jugado los dos últimos grandes torneos con Eslovenia bien conocido en la ACB (Valencia, Barça) y Jordan Morgan, un semidesconocido de 31 años del Konyaspor turco que pasó por Eslovenia (Olimpia). Tobey parte como favorito y, en ausencia de Cancar, puede ser el mejor socio que le quede a Doncic .

Con un físico más estilizado que el verano anterior, Doncic aparece en Málaga en forma. Ya se ha exhibido en los últimos dos amistosos. El reto para Sekulic está claro. Doncic puede ganar partidos prácticamente solo, pero el desgaste le ha pesado en los dos últimos grandes torneos. En los Juegos de Tokio, firmó una media de 23,8 puntos, pero pasó de meterle 48 a Argentina en la primera fase, a quedarse en 16 contra Francia en la semifinal. En el Eurobasket del año pasado ocurrió igual. Doncic firmó una media de 26 puntos, pero pasó de meterle 36 a Alemania, y 47 a Francia en la fase de grupos, a apenas sumar 14 (con un pobre porcentaje del 33,3% y seis pérdidas). Sea masajeando menos el balón o activándose desde otra posición, el reto para el seleccionador es que Doncic vaya de menos a más en el torneo. Luka parece más solo que nunca, pero con los genios nunca se sabe.

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