Paula Ginzo y la ambición del Hozono Global Jairis

De la inquietud y las dudas por la crisis económica se pasó a la estabilización y el crecimiento sostenido de una Liga Femenina Endesa que se encuentra en una nueva etapa: la lucha entre los tradicionales gigantes y los nuevos pretendientes. El Perfumerías Avenida y el Spar Girona han acogido en su selecto club (por fuerza e insistencia) al Valencia Basket.

Una escalada taronja hacia el cielo que otros clubes, como el Casademont Zaragoza, quieren imitar. Y también el Hozono Global Jairis, que visita a las aragonesas en el Príncipe Felipe en el partido de AS.com este domingo a las 12:00 horas, correspondiente a la 3ª jornada de la Liga Femenina Endesa.

“La idea que tenemos nosotras y el club es la de competir con los grandes, pero obviamente con muchísimo respeto. Tenemos un equipo para ello: este año se ha apostado muy fuerte por la plantilla para luchar contra la Liga de arriba”, analiza las intenciones del Jairis para esta temporada Paula Ginzo (26 años y 1,88 m), que llegó este llegó este verano a Alcantarilla.

La ambición del conjunto murciano, de LF2 a Europa (Eurocup) en menos de una década, es uno de los aspectos que más llamó la atención a la pívot: “Han dado pasos hacia adelante, en muy buena dirección. Hace apenas dos años ascendió a la Liga Femenina Endesa y ha apostado fuerte por el proyecto. Tiene un sponsor fuerte detrás. También es un club familiar que quiere conseguir grandes cosas”. Aspectos que casan muy bien con Ginzo: “Las jugadoras aspiramos a un poquito más cada vez. Nunca nos basta con lo que tenemos”.

El Hozono Global ha comenzado el curso como una apisonadora. Es líder invicto en España tras dos jornadas y también de su grupo en la Eurocup con dos triunfos. Un inicio esperanzador que ahora pone a prueba el Zaragoza, el último en mojarle la oreja al Valencia en los últimos años con la Copa de la Reina 2023. “Ojalá llegar un poco a lo mismo que ellas han conseguido”, continúa la cántabra, que tiene clara su misión en Murcia: dar su mejor versión.

“Quiero dar al proyecto todo lo que se me pida, la mejor Paula Ginzo que tenga dentro. Haciendo mis cosas en ataque, en defensa. Y, claro, personalmente con mis compañeras. Pero, sobre todo, hacer lo que el staff pida. Lo que se necesite en cada momento: si un día se necesita que juegue 40 minutos, lo haré; y en el momento que sean cinco, daré mis mejores cinco minutos”, reflexiona una de las nuevas del conjunto junto a Morgan Berstch, Petra Holesinska, Billie Massey, Stephanie Visscher y Txell Alarcón. Además de Bernat Canut en el banquillo.

La vida de una jugadora

Ginzo ya es una veterana en la élite. Debutante en Primera en 2017 con el Movistar Estudiantes, la pívot ha pasado por Cáceres, Gernika, Ensino, Barça y Valencia antes de recalar en este Hozono Global Jairis. Un ir y venir por las carreteras de España que la cansa “muchísimo”. “No me gusta nada tanta mudanza. Al principio, tenía su gracia, pero ahora necesito algo más de estabilidad. Cuando creces buscas otras cosas. Me gustaría que este año saliera bien y que tuviésemos una relación más duradera porque estoy cómoda en Murcia, me gusta el sitio”, analiza Ginzo, que igualmente reconoce que aún no ha encontrado su sitio, un lugar que case con ella.

Aunque el problema no es solo individual, hay un componente económico que no permite crear las condiciones que necesitan las jugadoras para prolongar su estancia en un único sitio. “No es como el baloncesto masculino que firmas por cuatro años. No nos dan estas opciones. Si fuera así, me habría quedado en algún sitio más tiempo”, asegura.

Convenio y Selección

“Se tienen que meter clubes que de verdad apuesten por el baloncesto femenino y le den continuidad a esas estructuras como el Jairis, que ha mantenido cinco jugadoras del año pasado y eso al resto que venimos nuevas, nos ayuda mucho”, continúa la de Santoña, que aplaude el nuevo Convenio Colectivo: “Ayuda y es necesario. Vamos dando pasos hacia adelante. Con temas de maternidad, cosas importantes que se van hablando. Se debe seguir para que sea cada vez más amplio”.

A Ginzo, su calidad y su obsesión por triunfar y no pararse nunca, la llevaron a la Selección, a la plata del Eurobasket 2023 (“todavía le doy vueltas a la final, pero ya no desde un punto de vista feo”) y a París, a los Juegos Olímpicos de este verano: “El sueño deportivo de mi vida era ese. Me acuerdo, cuando era pequeñita, cuando empezaba en las categorías inferiores de la Selección, nos preguntaron cuál era nuestro sueño deportivo y, con 13 años, que tienes suerte si sabes botar con las dos manos, yo escribí jugar unos Juegos”, confiesa la jugadora ‘enamorada’ de las marineras murcianas (“hay que instaurarlas en el resto de España”) y que cambió la criminología por la preparación física: “Me gusta mucho más y estoy más conforme”. Ginzo y Hozono Global Jairis, pura ambición.

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