La apisonadora española ya está en semifinales del Mundial

Hace 24 años una generación de jugadores pasó a la historia del baloncesto español como los juniors de oro, ganando el Mundial sub-19 en Lisboa después de derrotar en la final a EE UU. El domingo se puede repetir la hazaña. A pesar del gran trabajo de cantera que año tras año hace la FEB y los buenos resultados que suelen proporcionarnos los veranos con las categorías inferiores, es difícil recordar un equipo que demostrase tal superioridad ante todos los rivales a los que se enfrenta. Esta Selección Española, que combina la técnica y el físico de forma sobresaliente, parece capaz de todo. Incluso de ganar en una hipotética final a una selección americana que en este torneo no se está mostrando tan superior. Pero antes de eso mañana hay que jugar unas semifinales a las que se llega con todo merecimiento después de barrer en cuartos de final a Argentina (85-47).

Y eso que el partido no empezó del todo bien. La primera jugada, un robo de Sediq Garuba un segundo después del salto inicial y canasta fácil, hacía prever un paseo. Nada más lejos de la realidad en la primera parte. Argentina enseñó sus señas de identidad, esas que van pasando de generación en generación: pelea, lucha, no rendirse nunca y llevar los partidos al barro cuando se saben inferiores. España empezó a perder más balones de la cuenta, a fallar todos los triples que tiraba (0/10 de inicio), lo que facilitaba la defensa argentina. Y, finalmente, en el segundo cuarto, cuando los españoles comenzaron a relajarse atrás, Argentina lo aprovechó para ponerse a 4 puntos (25-21 a 3:24 del descanso). Muy buenos minutos entonces del ya ex del Estudiantes Santiago Trouet, que se ha marchado a la NCAA y que acabó el encuentro como el más destacado de los argentinos, con 7 puntos y 6 rebotes.

Pero justo antes del descanso Baba Miller metía su primer triple del partido (Lucas Langarita había abierto la veda desde la larga distancia dos minutos antes) y el primero desde el debut de España. Esa canasta, que ponía el 37-25 con el que se marcharon ambos equipos al vestuario, fue el punto de inflexión. A partir de ahí arrancó la apisonadora española y ya no hubo manera de frenarla. Con el inicio del tercer cuarto se vio a la mejor España: presión a toda cancha al estilo americano, carrusel de robos (impresionante la capacidad de Garuba en este aspecto) y explosión definitiva de Baba Miller, el ex del Madrid, que va a jugar su segundo año en la Universidad de Florida State y que tiró de repertorio para mostrar por qué suena fuerte para el draft de la NBA del año que viene. Acabó con 18 puntos, 3/5 en triples, 9 rebotes y 25 de valoración en 23 minutos. Esa fue una de las grandes noticias del partido, el tiempo que estuvieron en cancha los jugadores con más carga de minutos habitualmente. Él e Izan Almansa, las Torres Gemelas españolas, llegaron al tope con 23. Almansa, jugador más valorado del torneo hasta el momento, hizo una auténtica escabechina debajo del aro argentino en la primera mitad, cogiendo 6 rebotes ofensivos. Tal fue la superioridad en los rechaces que España acabó con más rebotes ofensivos (21) que defensivos Argentina (20).

La segunda parte permitió lucirse a otros jugadores que no suelen salir en los titulares, como los exteriores titulares Rafa Villar (6 puntos y 4 rebotes) y Jordi Rodríguez (15 tantos), el suplente de lujo que es Langarita (14 puntos, 6 rebotes, 3/5 en triples y +30 con él en pista, el mejor del partido en esta estadística), o algunos menos habituales como el pívot Victor Onuetu (4+4 en 11 minutos) y el escolta y especialista defensivo Isaac Nogués. En resumen, una plantilla amplia que va más allá de sus estrellas y que apunta muy alto en este Mundial. El siguiente paso, ya en la lucha por las medallas, será este sábado ante Turquía (20:00, TDP).