Los irrepetibles Júniors de Oro

El pasado 25 de julio se cumplieron 22 años del título mundial de los Júniors de Oro, una fecha señalada del deporte español que ha ganado trascendencia con la perspectiva que da el paso del tiempo. Aquella victoria en la final frente a Estados Unidos tuvo una enorme relevancia en el baloncesto de la época, pero sólo la historia ha situado su verdadera dimensión. Aquella Selección dirigida por Charly Sainz de Aja propulsó a jugadores de la talla de Pau Gasol, Juan Carlos Navarro, Felipe Reyes, Raúl López, Carlos Cabezas, Berni Rodríguez… Y también a José Manuel Calderón, que no estuvo en Lisboa por lesión, pero pertenece a la misma quinta. Grandes nombres, incluso míticos, del deporte español. Y también mundial. Así podrá comprobarse en el Staples Center cuando cuelgue el dorsal 16 de Gasol. Los supervivientes de aquel grupo estelar se han ido retirando en los últimos meses. Reyes, en junio. Cabezas, en agosto. Pau, esta misma semana. Ya no queda ninguno de ellos sobre una cancha de basket, pero siempre quedará su cosecha y, esperemos, también su legado.

Aquellos irreverentes jóvenes que tumbaron a USA en 1999 pusieron los cimientos de la época más gloriosa del baloncesto español, fueron los artífices del oro en la Copa del Mundo de 2006, de los tres títulos en los Eurobasket de 2009, 2011 y 2015, de las dos platas olímpicas en Pekín 2008 y Londres 2012, donde tutearon al Dream Team de Kobe Bryant y LeBron James. El equipo se complementó con otras figuras más veteranas como Jorge Garbajosa, Carlos Jiménez y Álex Mumbrú, y después con otros talentos emergentes como Ricky Rubio, Rudy Fernández y Marc Gasol, líderes en el segundo Mundial de 2019. La retirada de Pau, el último mohicano, la estrella más reluciente de la constelación, es un buen momento para el recuerdo de una generación genial. Irrepetible.